La Policía localizó el pasado sábado su casa de Baza (Granada) los cadáveres de una mujer y su marido, muertos de forma violenta. Las primeras investigaciones apuntaban a la posibilidad de que él hubiera matado a su esposa y luego se hubiera suicidado. Esta hipótesis ha sido confirmada este lunes por la Delegación del Gobierno tras concluirse el domingo las autopsias de los cadáveres del matrimonio por parte de los forenses.

Los hechos habían ocurrido en una vivienda ubicada en el número 8 de la calle Zapatería, donde residía el matrimonio, ella de 58 años y él de 61, que regentaban una joyería en el municipio, han informado fuentes de la Policía Nacional y del centro coordinador de emergencias 112.

La pareja fue hallada muerta a primera hora de la tarde del sábado, después de que alguien diera el aviso de que llevaban dos días sin abrir el negocio. Los cadáveres estaban en distintas estancias de la vivienda, donde se localizó un cuchillo, una escopeta y abundantes manchas de sangre.

Los primeros indicios indicaron que se había tratado de una muerte violenta cuyas circunstancias, que en principio descartaba la hipótesis del robo porque en la casa no había nada revuelto y apuntaba a la posibilidad de que él hubiera matado a la mujer y luego se hubiera suicidado.

Cabe recordar que la mujer no había sido demandante de los servicios jurídicos del centro municipal de información a la mujer ni usuaria del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), y tampoco constaban denuncias previas contra su marido, según han agregado fuentes de la Policía Nacional.

Por otra parte, fuentes cercanas a la investigación indicaron que el hombre estaba en tratamiento psiquiátrico.

El matrimonio, que según fuentes de su entorno tenía dos hijos mayores de edad, regentaba una céntrica y conocida joyería de Baza, un municipio de cerca de 22.000 habitantes, al norte de la provincia de Granada, que está consternada con lo ocurrido.

Un vecino de la pareja y propietario de un comercio cercano al de la joyería ha declarado a los periodistas que eran un matrimonio bien avenido y que su mujer pensó que algo pasaba porque llevaban tiempo sin salir.

Sólo han pasado tres semanas desde que otra mujer muriera a manos de su marido en Andalucía, fue a mediados de noviembre en la localidad sevillana de Marchena y la víctima fue presuntamente apuñalada por su pareja, que fue detenido

Tres días antes otra mujer, de 45 años, había sido asesinada por su pareja, que le disparó con una escopeta de caza en la casa en la que vivían en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor y después, se suicidó. En ese caso, como en los dos anteriores, tampoco existía denuncia previa por malos tratos.

El 7 de noviembre, en Baena (Córdoba), otra mujer, de 28 años, fue asesinada en un cortijo por su pareja, de 51 años, que también se suicidó.

A finales de agosto en Noalejo (Jaén), fallecía la séptima mujer que resultó inicialmente herida por arma blanca pero murió mientras era trasladada en helicóptero al Hospital Traumatológico de Granada. Su marido también fue encontrado muerto, por un disparo, en la misma casa.

El 15 de junio, en Mollina (Málaga), una mujer de 60 años murió a manos de un hombre de 58 años, también fallecido, y con el que mantenía una relación. En el mismo mes pero 12 días antes, el 3 de junio, murió una mujer de 50 años, que fue asesinada supuestamente a golpes por su marido de 52 años en una vivienda de la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).

Asimismo, el pasado 3 de mayo una mujer de 47 años fue tiroteada por su marido en la pedanía Barranco de los Lobos del municipio de Sorbas (Almería) y el 29 de marzo una mujer de 31 años murió en Alhaurín de la Torre presuntamente a manos de su compañero sentimental, de 49, que se quitó la vida tras los hechos.

Por último, el primer caso de muerte por violencia de género en Andalucía de este 2015 se registró en Ronda (Málaga) el 4 de febrero, cuando una mujer de nacionalidad lituana de 39 años que se encontraba en España de visita turística junto a su cónyuge y presunto agresor, de 52 años y también lituano, fue hallada muerta en un hotel situado frente a la estación de autobuses de la Ciudad del Tajo.