Arranca la campaña que acabará con el bipartidismo, con los indecisos en el punto de mira

Sala de prensa del Palacio de La Moncloa.
Sala de prensa del Palacio de La Moncloa.
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Sala de prensa del Palacio de La Moncloa.

El próximo día 20 de diciembre, 731.461 personas más que en 2011 están llamadas a las urnas en unas elecciones cuyo pronóstico es el fin del bipartidismo, lo que hace un total de 36.510.952 personas, según asegura el Instituto Nacional de Estadística (INE). De las que decidan acudir a las urnas, el 41% no ha decidido aún a quién dará su voto.

Una cifra, la de indecisos, que probablemente sea una de las principales motivaciones de los candidatos a La Moncloa. La primera jornada de la campaña electoral llevará este viernes a Mariano Rajoy a Ávila, a Pedro Sánchez a Barcelona, a Albert Rivera a Palma de Mallorca y a Pablo Iglesias a Cádiz, mientras que Alberto Garzón y Andrés Herzog centrarán sus actividades en Madrid.

¿Será el 20-D el fin del bipartidismo?

La fuerza de los dos partidos emergentes que amenazan el bipartidismo, Podemos y Ciudadanos, va a estar en juego en las próximas elecciones generales de diciembre en las 19 de provincias españolas que reparten entre 6 y 10 escaños cada una en el Congreso de los Diputados, puesto que es donde un tercer partido tiene más posibilidades de arañar puestos a PP y PSOE. Entre ellas suman 144 escaños de los 350 en liza.

Los expertos coinciden en que se diseñó en la Transición para favorecer la formación de gobiernos y, por tanto, la estabilidad institucional. Esto ha venido siendo así con PP y PSOE, que han podido gobernar en solitario o con el apoyo de las formaciones nacionalistas, pero la irrupción de dos nuevos actores puede cambiar el panorama.

Las 52 provincias españolas son las que eligen a los 350 diputados según su tamaño; los expertos las dividen, a grandes rasgos, entre pequeñas, medianas y grandes.

Las primeras, que son 27, eligen entre uno y cinco diputados y en ellas el 'precio' en porcentaje de votos para hacerse con un asiento en el Congreso es más elevado, porque hace falta conseguir entre el 16 y el 33 por ciento de votos, según el tamaño. Por ejemplo, en las que reparten tres escaños, ese 'precio' está en torno al 25% de votos. Es el caso de Huesca, Ávila o Teruel.

Las provincias medianas suman 144 escaños, de los que en 2011 el PP se llevó 76 y el PSOE, 45; es decir, el bipartidismo se hizo con 121. En el grupo se encuentran las provincias andaluzas, así como Murcia, Toledo, Zaragoza, Tenerife, Baleares, Coruña o Pontevedra, en las que los dos grandes partidos se repartieron todos los escaños salvo cuatro. Más diversidad se dio en Vizcaya, Asturias y Granada, en las que en 2011 lograron escaño cuatro partidos políticos.

La suma final dependerá de la implantación más o menos uniforme por todo el territorio nacional. Es decir, que Podemos y Ciudadanos logren diputados más allá de Madrid, Barcelona o Valencia, donde el mayor número de escaños que están en juego les abren las puertas de par en par. Será la diferencia entre lograr 15 diputados o 35.

¿Qué temas centrarán 'la campaña del cambio'?

Después de una legislatura marcada por una dura crisis económica, el PP insistirá en la idea de que su gestión no ha acabado y que ellos son el verdadero motor del 'cambio'.

Claro que PSOE, y en especial PP y Podemos, no comparten el significado de la palabra 'cambio', y se propondrán como la renovación en los aspectos fundamentales de la política española.

Y ahí es donde entrarán los puntos clave que marcarán el contenido de estos 15 días de carrera: la corrupción que ha contribuído al desgaste del bipartidismo, el paro (problema que más preocupa a los españoles) y la precariedad laboral, la lucha contra el yihadismo y la secesión catalana.

El posicionamiento de los principales candidatos ante estos aspectos puede ser clave para decantar a los indecisos.

Una campaña televisiva

Las apariciones en televisión de los principales candidatos a la Moncloa para el 20-D se han multiplicado en las últimas semanas.

Y en todo tipo de programas, desde los puramente informativos hasta aquellos en los que bailan, cantan o juegan al ping-pong. Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias, entre otros, no han dudado en charlar de política con Bertín Orborne o Pablo Motos. Los debates y las preguntas ciudadanas también están de moda.

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