El Juzgado de Instrucción número 2 de Aracena (Huelva) ha absuelto a un vecino de Jabugo tras una denuncia interpuesta por el Partido Animalista (Pacma) al considerar que maltrataba a su perro, un pastor alemán, de manera habitual y lo encerraba en un patio sin comida y con altas temperaturas.

Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez entiende que no ha resultado probado que este hombre haya abandonado a su perro en condiciones de hacer peligrar su vida o integridad, y considera que los hechos denunciados no son constitutivos de un delito leve de maltrato animal.

No obstante, explica que el actual delito leve recogido en el precepto precitado constituía, antes de la reforma introducida por la LO 1/15, la falta residenciada en el apartado segundo del artículo 631 del Código Penal, siendo una infracción penal que únicamente exige la realización de una acción u omisión, sin precisar de un resultado, sin embargo, uno de los elementos objetivos del tipo es que la conducta se realice en condiciones de hacer peligrar la vida o integridad del animal, lo que no se ha acreditado en el presente supuesto.

Los denunciantes relatan que este hombre "maltrataba de manera habitual a su perro, que siempre han escuchado los gritos del animal y que sólo el día de los hechos vieron como lo golpeaba con un palo", pero estos hechos, según relata el juez, no resultaron acreditados en el acto del juicio al encontrarse versiones contradictorias de las partes que no se vieron ratificadas por testifical alguna, pues, a pesar de que los denunciantes manifiestan que los vecinos son conocedores de tales hechos, nadie ha comparecido a ratificar la narración efectuada por ellos.

A mayor abundamiento, dicho maltrato no tiene encaje en el tipo analizado, pues los hechos fueron calificados por el Ministerio Fiscal como un delito leve y pidió la absolución del acusado por falta de prueba.

El juez indica que el tipo analizado únicamente permitiría castigar un abandono sufrido por el animal, esto es, "el hecho denunciado de que el animal está confinado en un patio, sin agua ni comida, con altas temperaturas y sin recibir los cuidados precisos", pero ha insistido en que estos hechos "no han podido ser probados".

Además, tanto el agente del Seprona que comprobó el estado del animal como el veterinario que lo examinó declararon que el animal no rechazaba a su amo, que se mostraba dócil y juguetón, que buscaba el amparo del denunciado, y que no presentaba signo alguno de maltrato físico o psíquico, presentando a su vez un cuidado tanto alimentario como sanitario adecuado a sus necesidades. Por su parte, el Pacma solicitaba una pena de seis meses de multa más una inhabilitación de un año para la tenencia de animales.