El presupuesto del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha salido adelante este jueves, en el pleno extraordinario que se ha celebrado para ello, con 15 votos a favor y los 13 de la oposición en contra.

El presupuesto de 2016 del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, elaborado por el tripartito que conforma el PSOE junto a LPGC Puede y NC, subirá un 8,2 por ciento hasta situarse en los 342 millones de euros, lo que en términos absolutos implicará 25,9 millones de euros más respecto a este 2015, que fue de 316 millones de euros.

Al respecto, la socialista Encarna Galván ha defendido estos presupuestos por tener como "prioridad" a los ciudadanos, así como por sus partidas de carácter social. "Si algo está definido en este presupuesto es el carácter social", apostilló.

En este sentido, Galván ha incidido en el carácter social de los próximos presupuestos, apuntando que si hay una partida que se refuerce son las sociales en relación al plan de emergencia social o a las partidas destinadas a ayudas al alquiler y bonos deportivos, entre otros.

Por su parte, la oposición no ha querido apoyar estos presupuestos por entender que "copia y pega el presupuesto del ejercicio anterior", cuando gobernó el PP, según indicó la portavoz de Unidos por Gran Canaria (UxGC), Ángeles Batista; mientras que la portavoz de Ciudadanos en el Consistorio capitalino, Beatriz Correa, también ha criticado que el gobierno municipal centre su discurso "solo en el pasado".

El portavoz del PP en Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, por su parte, aseguró que con este presupuesto el gobierno municipal "se quitan la careta", al tiempo que agregó que "no ha habido presupuesto participativo" en alusión al decálogo de Participación Ciudadana.

En este sentido, subrayó que la participación ciudadana del gobierno municipal "ha quedado en un mero referéndum para ver si se cambia el nombre de una calle", definiendo la política que ha desarrollado el actual gobierno, desde que tomara posesión, "de patio de colegio".

Sabroso también incidió en que la partida social que recoge el presupuesto municipal del próximo año "es exactamente la misma" que el año anterior, cuando concluyó el mandato del PP. Además, criticó la subida del impuesto del catastro, algo que la portavoz socialista, Encarna Galván, defendió porque argumentó que "no había necesidad, era la de cumplir la normativa".

Finalmente, el PP presentó siete enmiendas para "intentar corregir el techo de gasto", si bien no prosperó ninguna de ellas debido a que no contó con el apoyo del gobierno municipal.