La venta de casas en España lleva meses creciendo. Claro que ni las cifras ni el tipo de compras son las de antes de la crisis. Se venden viviendas de segunda mano, básicamente. Según el Consejo General del Notariado, la compraventa de vivienda se situó en septiembre en 30.328 transacciones, lo que supone un incremento interanual del 8,7%.

Pero como decimos, la subida se debe únicamente al alza de las ventas de pisos de segunda mano (+13% interanual), ya que la venta de pisos nuevos experimentó una contracción del 19,7% interanual. Así que casi los españoles –que pueden comprar– están apostando por un precio atractivo. Pero optar por una casa que ya ha sido habitada no siempre resulta más barato si miramos a medio y largo plazo.

Hay varios elementos de ese piso de segunda mano tan barato que nos pueden ir costando otros miles de euros con el paso de los años. Son, como detallan en el blog de Anida, unas cuantas razones para reconsiderar la idea y comprar una casa a estrenar.

El estado de la vivienda

Lo habitual es que se tenga que remodelar la cocina y el baño, pintar paredes y pulir suelos. Una intervención a la que en ningún supuesto podríamos hacer frente con esos 6.840 euros de diferencia con un piso nuevo –según dato del Ministerio de Fomento de 2014–, y si la vivienda tiene más de tres décadas, muy probablemente se tenga que cambiar toda la carpintería exterior, puertas y electricidad…

Las derramas

Un piso nuevo acostumbra a ser garantía de que la comunidad no tendrá que asumir derramas significativas en los primeros diez años de vida. Un coste oculto que sí se asume cuando se adquiere una vivienda con décadas de vida en términos de rehabilitación de fachadas, cubiertas o instalaciones.

Eficiencia energética

En general un inmueble de nueva construcción ofrecerá un mayor rendimiento energético, que se traduce en menores costes en climatización, o lo que es lo mismo, menores gastos en las facturas de electricidad y gas.

Zonas comunitarias

Los nuevos modelos de vivienda incluyen una variada oferta de zonas comunitarias: piscina, gimnasio, zonas ajardinadas y salón multiuso son las más comunes. Si bien su mantenimiento implica un mayor coste en gastos de comunidad, la práctica demuestra que siempre son menores que disfrutar de estos servicios por otras vías.

El coste social

Lo normal es que la vivienda nueva responde mejor a las necesidades de la nueva familia. Es habitual que ofrezca plazas de garaje para dos vehículos, zona de aparcamiento de bicicletas y trastero. Además, suelen estar ocupadas por iguales, familias de edad muy similar con un estilo de vida común, lo que favorece la sociabilidad. Además, se ubican en barrios con oferta escolar e infraestructura comercial, lo que permite solucionar todas las necesidades primarias en poco tiempo.

La mayor oferta de la década

El excedente de nuevas viviendas invendidas acumulado en los años de la crisis es una gran oportunidad para comprar vivienda nueva a buen precio. Según el informe de la tasadora Tinsa sobre este stock, España cuenta con 389.000 viviendas nuevas vacías, el 24,9% de las terminadas desde 2008.