La acusación particular en el juicio contra Luis Rodríguez Toubes, quien presuntamente estafó a un matrimonio mallorquín mediante la donación de bienes por valor de 37,9 millones de euros, ha apuntado al "engaño poliédrico" urdido por el acusado, quien contaba con 21 años cuando en 2011 llevó a cabo esta operación.

Durante la exposición de informes finales, Eduardo Valdivia, uno de los abogados que representa a los afectados, ha aseverado que todo fue una "maquinación" llevada a cabo por el procesado para apoderarse con los inmuebles, calificándole, irónicamente, de "fenómeno de la negociación a nivel jurídico, fiscal y económico".

Numerando hasta diez formas de engaño que Toubes habría utilizado para delinquir, ha tildado algunas de las actuaciones de propias de "Groucho Marx" al tiempo que ha llamado la atención sobre el hecho de que, en el marco de estas operaciones, no interviniera ningún asesor fiscal o gestor que "pudiera asesorar sobre la enormidad de la carga fiscal que representaba todo ello".

El letrado, quien ha relatado así como Toubes convenció al matrimonio para que éste le donase todos sus bienes a fin de aparentar solvencia económica en la compra de dos fincas, ha aseverado que de haber participado terceros en esta operación "se hubiera destapado la maquinación llevada a cabo".

"De este modo se mantenía en vilo la posibilidad de que Toubes fuese el único interlocutor, el escudo para que nadie pudiera entrar en esa realidad virtual creada por él", ha incidido Valdivia, quien mantiene su petición de ocho años de cárcel para el acusado.

Por su parte, el otro de los abogados que asiste al matrimonio, Jaime Campaner, ha recriminado el hecho de que Toubes "los dejase sin bienes, sin rentas y con una deuda millonaria ante Hacienda. Peor no les podía haber dejado".

"del tocomocho a los billetes tintados"

"Luis no es un extraño que ofrece algo ingenuamente a alguien a quien no conoce", ha aseverado el letrado, recordando que Toubes "tiene pedigree en el pueblo, es el niño bueno de la familia y aprovecha las relaciones personales que ésta mantiene con el matrimonio".

Es más, ha aseverado cómo Toubes "no ha inventado una nueva modalidad de estafa, esa que comenzó con las estampitas y el tocomocho hasta llegar a los billetes tintados". "Pero sí la mejoró, imponiendo la ley del silencio y haciendo creer a los afectados que cualquier revelación sería perjudicial para ellos", ha sentenciado.