La vida dentro de un barco

  • Rachid es un marroquí de 16 años que viven con otros 8 menores en un barco.
  • Vive de lo que le dan por las calles y de lo que obtiene por su cuenta.
  • El ballenero Globe está abandonado en el Muelle de España de Ceuta.
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Rachid y otros ocho menores más viven en este barco, atracado en el puerto de Ceuta.
Rachid y otros ocho menores más viven en este barco, atracado en el puerto de Ceuta.
Rachid y otros ocho menores más viven en este barco, atracado en el puerto de Ceuta.

A sus 16 años, Rachid es uno de los ocho menores marroquíes que ha decidido tener un barco como vivienda. Y ha elegido el 'Globe', un ballenero que permanece abandonado en el Muelle de España de Ceuta desde que sus propietarios, noruegos, dejaron la ciudad.

Rachid, que vive de lo que le dan o de lo que roba, se introduce cada noche en el ballenero en compañía de otros menores -incluidas dos chicas- que han decidido esta forma de vida al no querer someterse al control por el que se rige el único centro de acogida que existe en Ceuta para menores extranjeros.

Nacido en la localidad de Rincón, Rachid es uno de estos menores sin identidad publicitada que protagonizan ahora el debate político de las reagrupaciones de extranjeros. Es decir, es uno de esos menores que, según el Gobierno central, puede ser repatriado a Marruecos si se identifica a sus familiares.

Aunque resulta que Rachid ya fue identificado y ya estuvo en un centro de acogida de Málaga, según cuenta a 20minutos.es, "pero después del 11-M me llevaron a mi casa, entré de nuevo en Ceuta, fue fácil, sólo tuve que pasar por la frontera", concreta. "La Policía me conoce", apunta.

"Fue fácil entrar en Ceuta, sólo tuve que pasar por la frontera"

Ahora, Rachid, al igual que los demás 'compañeros de barco' quiere intentar el regreso a la península, como es habitual entre los niños de la calle. De momento tiene casa propia, el 'Globe', y la Policía no le molesta. Eso a pesar de que hace escasamente un mes se realizaron registros exhaustivos en el ballenero tras tenerse conocimiento de que en su interior había pólvora.

Decenas de agentes extrajeron casi 30 kilos de este explosivo procedentes del ballenero y evitaron así que los indocumentados comerciaran con ellos. Ahora, tras el protagonismo mediático de aquella intervención, se ha pasado a la dejación y olvido de las autoridades, así como al permitido descanso para sus pobladores.

"Nadie nos molesta, estamos bien aquí, en el barco"

Rachid y sus amigos quieren seguir viviendo en el 'Globe', aunque a los comerciantes que están asentados en el entorno del barco no les convenga tener cerca a un grupo de chicos a los que consideran causantes de los robos que aleatoriamente se producen en la zona.

"Nosotros estamos a gusto aquí, comemos, dormidos y nos buscamos la vida", sonríe. También se bañan, cuando pueden, porque el calor aprieta y una fuente pública cercana se convierte en improvisada piscina de verano. "Nadie nos molesta, estamos bien aquí", apostilla.

En Ceuta, otros menores como el protagonista de esta historia, están acogidos en el centro La Esperanza, controlados y tutelados por la Ciudad Autónoma . Son poco más de cien y son los controlados, los que tienen historias a sus espaldas conocidas. La de Rachid y sus amigos constituye la otra cara de una moneda que ahora busca el intercambio con Marruecos.

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