Un hombre acepta ocho meses de cárcel por agredir a un policía cuando le iba a detener por grabarle con un móvil

Un hombre ha aceptado este miércoles cumplir una pena de ocho meses de prisión por mostrar resistencia y agredir a un agente de Policía Local cuando éste iba a detenerle por grabar con su móvil la intervención de los efectivos que acudieron a poner fin a una fiesta celebrada en Xirivella (Valencia).

Un hombre ha aceptado este miércoles cumplir una pena de ocho meses de prisión por mostrar resistencia y agredir a un agente de Policía Local cuando éste iba a detenerle por grabar con su móvil la intervención de los efectivos que acudieron a poner fin a una fiesta celebrada en Xirivella (Valencia).

Inicialmente Fiscalía pedía para este hombre una pena de dos años y nueve meses de prisión por un delito de resistencia y otro de lesiones, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo con las defensas por el que se le ha rebajado la condena hasta los ocho meses.

En esta causa también estaba acusado el policía por un delito de lesiones y el ministerio público le reclamaba dos años de prisión. El agente fue acusado después de que el arrestado declarase en fase de instrucción que éste le había dado un codazo cuando ya tenía puestas las esposas. Sin embargo, ha quedado absuelto tras retirar el acusado los cargos contra él. Además, las dos partes han renunciado a las indemnizaciones correspondientes.

Este miércoles el acusado que fue detenido por el policía se ha acogido a su derecho a no declarar, por lo que se ha tomado en cuenta su declaración en la fase de instrucción, en la que reconoció los hechos.

El incidente se remonta a diciembre de 2011, cuando agentes de Policía Local acudieron al centro musical de Xirivella para pedir a los asistentes que pusieran fin a la fiesta que estaban celebrando porque había excedido el horario permitido y molestaba a los vecinos, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en su señalamiento.

Cuando los efectivos llegaron al lugar de los hechos, uno de los asistentes se enfrentó a los policías, les insultó y comenzó a grabarles con su teléfono móvil. Después, los agentes le pidieron que se identificara e intentaron que dejara de tomar imágenes, a lo que el acusado se negó.

El agente entonces intentó detenerle, aunque éste se resistió y se inició un forcejeo en el que el hombre retorció el dedo del policía, lo que le causó un esguince. Cuando consiguieron reducir al agresor, fue trasladado a dependencias policiales.

Durante el juicio, el agente y los testigos —otros efectivos que presenciaron los hechos— han corroborado su versión y han explicado que cuando llegaron al centro musical, los asistentes a la fiesta, "un gran grupo de personas", les insultaron y empujaron. Además, a su llegada el acusado les recibió con comentarios como "ya están aquí los Geos" o "sois unos chulos" y les avisó de que tenía "un tío abogado", a lo que no le "dieron importancia" hasta que comenzó a filmarles con su teléfono.

Ante estos hechos, intentaron que cesara en su actitud y los agentes han coincidido en que "se resistió", les empujó, y tuvieron que "utilizar la fuerza para engrilletarlo", con lo que el policía resultó herido en un dedo de la mano. Cuando estaban trasladando al detenido a Comisaría, han comentado que éste les pedía perdón.

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