Entre los «muchos problemas» que denuncian está el hecho de que no se les paga la nocturnidad y que no cuentan con un cuadrante de horarios de trabajo y de descanso «razonable».

Los brigadistas también se muestran críticos con la creación, por parte de la Xunta, de una Plataforma de Voluntarios para vigilar los montes gallegos durante el verano que intenta ser un  instrumento disuasorio ante posibles incendiarios o  alertar en caso de fuego. «Ésta es una labor peligrosa que no puede quedar en manos de voluntarios», aseguran.

Otro apoyo para los brigadistas es la Unidad Militar de Emergencias (UME), que participó hace unos días en su primera intervención sobre el terreno al colaborar en la extinción de un pequeño incendio en el  municipio de Padrón (A Coruña). La UME fue creada por el Gobierno de España con el objetivo de reforzar los medios materiales y humanos de las comunidades autónomas.

Formación específica

Una treintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Ourense recibieron este mes formación específica relacionada con los incendios forestales a cargo de bomberos de la provincia y técnicos del servicio de extinción de la Consellería de Medio Rural. En las jornadas formativas, los agentes obtuvieron explicaciones básicas tanto de lo que se debe como de lo que no se puede hacer en la vigilancia, labores a las que se destinan en el municipio de Ourense dos vehículos todoterreno y un helicóptero con base en Vigo que se presentó ayer.