El secretario general de Podemos en Málaga, José Antonio Vargas, ha convocado este domingo a las bases a una asamblea general extraordinaria para que se pronuncien sobre su continuidad o no al frente de la formación morada, un cargo en el que aún no lleva un año.

Una asamblea en La Térmica a la que los círculos y consejeros afines al secretario general de Podemos y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, ya han anunciado que no asistirán al considerarla "ilegítima".

Vargas ha justificado la decisión de poner su cargo a disposición de la militancia y de someterse a esta moción de confianza aludiendo a que "la deriva de Podemos a nivel estatal es muy distinta a la de sus inicios". "El discurso se ha derechizado y los culpables son la dirección del partido", que han llevado a cabo "una estrategia política errónea", ha subrayado.

Ha recordado que "desde el principio hemos sido críticos en Málaga con la estructura estatal". Sin embargo, ha precisado, "nos eligió la militancia y será ella quien decida si estamos en el mismo proyecto político y si, por tanto, lo continuamos".

"Si me apoyan, habrá que cambiar la forma de hacer política y debatir si formar un nuevo frente que comprenda a los desencantados de Podemos", ha indicado Vargas, mostrándose convencido de que "Podemos aún puede ser la herramienta del cambio" y, por ello, "quiero seguir como secretario general".

La formación morada no consigue superar la crisis interna en la que está inmersa en Málaga y que el pasado octubre se tradujo en la petición pública de dimisión de Vargas por parte de una amplia mayoría de los círculos de la capital, al considerar que "no estaba a la altura de su cargo y se mostraba incapaz de hacer de Podemos una herramienta útil para los sectores populares de la ciudad".