Mª Antonia Pérez Sánchez, más conocida como Aramis Fuster, permanece ingresada junto a su madre en el Hospital Comarcal de Marbella.

La popular y televisiva vidente había anunciado que dada la precaria salud de su madre, y la gran unión que siempre ha habido entre ellas, no podrían vivir la una sin la otra, insinuando que se quitarían la vida.

El pasado domingo, el reportero de un conocido programa televisivo logró contactar con ella, y la vidente le comunicó que ambas habían ingerido grandes cantidades de medicamentos (entre 60 y 70 pastillas y 4 inyecciones de insulina).

El reportero, alarmado, avisó inmediatamente a la policía local de Marbella, localidad donde Mª Antonia Pérez y su madre residen, y ésta se desplazó a su domicilio y decidió llevar a ambas a un hospital e ingresarlas de urgencia.

Al parecer, la más afectada por la ingestión de medicamentos es la madre de la vidente.

Aramis Fuster está atravesando una difícil etapa personal.

El año pasado denunció las agresiones que sufría de manos de su marido, de nacionalidad cubana. "Él me presionaba para tener los papeles de residencia, y cuando los consiguió empezaron los malos tratos", relató la vidente, quien mostró algunas de las heridas que le produjo su marido.

Dichos maltratos le hicieron temer por su vida. En una ocasión, fueron los propios vecinos los que alertaron a la policía, intervención que acabó con el arresto del presunto maltratador.

Tras este episodio, la vidente decidió trasladarse a vivir con su madre.