Un total de 730.000 metros cúbicos de madera se han extraído de la zona que resultó quemada en el incendio de Guadalajara del 17 de julio de 2005 y estos trabajos de restauración, coordinados por la Consejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, se darán por concluidos en unas semanas.
Según informó hoy la Junta de Comunidades en una nota de prensa, la restauración ambiental se ha realizado ya en el 85 por ciento de la superficie afectada. Además, señaló que la regeneración natural está siendo muy satisfactoria y la fauna silvestre está regresando a la zona de forma escalonada.
La ejecución de los trabajos previstos en la primera fase del plan de restauración de las cubiertas vegetales afectadas en el incendio se encuentran prácticamente finalizados y ya han sido ejecutadas las operaciones de corta y saca de madera en el 99 por ciento de la superficie afectada.
Los trabajos dieron comienzo a finales del mes de septiembre de 2005 en las zonas clasificadas como de urgente actuación y en los primeros meses de 2006 en las superficies con aprovechamiento comercial de madera.
En total se han extraído del monte más de 730.000 metros cúbicos de madera de los 750.000 metros cúbicos totales, unos trabajos en la zona de El Rodenal que se completarán en pocas semanas. También se han llevado a cabo trabajos de restauración que han consistido fundamentalmente en la construcción de fajinas y albarradas.
El grado de ejecución de la restauración se sitúa en torno a un 85 por ciento para el global de la superficie, tras la actuación en 9.315 hectáreas de las 10.940 que resultaron afectadas. En los trabajos han participado catorce procesadoras, quince autocargadores, siete camiones todoterreno, nueve tractores forestales Skidder, tres cortadoras apiladoras, dos bulldozer y 309 personas integrantes de las cuadrillas.
La Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural está realizando ahora los estudios para iniciar la tercera fase del plan de restauración ambiental de la zona, que supondrá la consolidación de la vegetación y la mejora de las infraestructuras, caminos rurales y áreas cortafuegos, entre otras actuaciones, y que se pondrá en marcha a principios de 2008.
La regeneración natural de las cubiertas afectadas está siendo muy satisfactoria en la mayor parte de la superficie, sobre todo el roble y el pino, especies mayoritarias en la zona, pues se trata de ecosistemas que están bien adaptados a las agresiones que producen los incendios forestales, con potenciales de regeneración muy altos.
Para las zonas en las que no exista repoblación natural, se está realizando un estudio exhaustivo del terreno en base al cual se planificará la repoblación artificial o siembra.
Con ese fin, ya se están llevando a cabo ensayos de semillados con pino para conocer cuál es la respuesta de distintos tratamientos y así aplicarlos en aquellos casos en los que sea necesario, estimándose que la zona podría alcanzar un estado favorable y similar al del día anterior al incendio en un periodo de 30 a 40 años.
La fauna silvestre está regresando a la zona afectada de forma escalonada conforme se van reproduciendo las condiciones de alimento, refugio y tranquilidad que cada especie o cada grupo necesita.
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