Marbella rinde culto a la Virgen del Carmen, señora de los mares y patrona de pescadores

Los pescadores pasearon a hombros a la Virgen del Carmen por las calles del Casco Antiguo de Marbella.
Los pescadores pasearon a hombros a la Virgen del Carmen por las calles del Casco Antiguo de Marbella.
Gomez
Los pescadores pasearon a hombros a la Virgen del Carmen por las calles del Casco Antiguo de Marbella.

Marbella, un pueblo de profundas raíces marineras, rindió culto ayer desde que despuntaron los primeros rayos de sol a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores. Eran las seis y media de la mañana cuando el pueblo se echaba a la calle para asistir al rosario de la aurora en la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.

Desde allí, arropada por los feligreses, la Santa Patrona era trasladada hasta la Lonja del Puerto Pesquero, a pie del barrio de La Bajadilla, donde se asientan las casas de los pescadores, en gran parte convertidas hoy en establecimientos de restauración dedicados a productos del mar. Allí, tenía lugar una multitudinaria misa, que daba pie luego al típico desayuno de churros con chocolate, obsequio de la Cofradía de Pescadores.

Nadie faltó a la cita. La primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella, Francisca Caracuel, recordó que los actos en torno a la Virgen del Carmen son una tradición que viene de siglos atrás, cuando la localidad vivía de la pesca y la agricultura. Y que el paso del tiempo sigue manteniendo entre las tradiciones más arraigadas entre los marbelleros.

Aunque Marbella cuenta con San Bernabé, como patrón de la ciudad, muchos miran a la Virgen del Carmen con los mismos ojos.

Tras los actos celebrados en la Lonja, pasado el mediodía y parte de la tarde, a las 19 horas, comenzaba la procesión marinera de la Virgen, que acompañada por embarcaciones pesqueras y deportivas, recorrió el litoral marbellí, desde el Puerto Pesquero hasta Puerto Banús, para desembarcar en el Puerto Deportivo, ubicado en pleno corazón de la ciudad.

Pasadas las nueve de la noche, con los últimos rayos de sol apuntando en el horizonte, la Virgen del Carmen era alzada por cofrades -descendientes de pescadores, muchos aún siguen vinculados a las redes- para portarla a hombros por el Casco Antiguo de la ciudad. Cientos de personas, entre turistas y gente del pueblo, se arremolinaban por las pocas calles que comprenden el corto recorrido entre el Puerto Deportivo y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. .

Decenas de mantillas acompañaban a la Virgen del Carmen, una de las imágenes más queridas por los marbelleros. No en vano, son varios los centenares de personas que acompañan en penitencia a la Sagrada Imagen hasta que de nuevo atraviesa el pórtico de la Iglesia.

Un año más, la Virgen del Carmen navegó por las aguas de la ciudad y sus calles, mientras escuchaba las plegarias de los pescadores pidiendo una buena temporada de pesca y renovando su protección sobre los marineros frente a los caprichos del mar.

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