Agentes de la Policía Nacional han detenido a un matrimonio pamplonés formado por un hombre y una mujer de 40 años acusados de 18 sustracciones de joyas en domicilios. El varón arrestado es F.H.H. y la mujer, C.C.L.

La investigación, dentro de la operación 'Confianza', se inició hace varios meses al detectarse la venta de más de cuarenta lotes de joyas de oro con un valor de mercado de unos 30.000 euros que se sospechaba tenían un origen ilícito, a pesar de que no existían denuncias del robo de las mismas.

Por gestiones del Grupo de Policía judicial, se localizó y tomó declaración a dieciocho propietarios de parte de las joyas, que no se habían percatado de la falta de las mismas. Todos tenían en común que desde mediados de 2013 hasta la actualidad habían contratado los servicios de una empresa con domicilio social en la capital navarra.

Según ha explicado la Policía Nacional en un comunicado, al parecer F.H.H., contratado en la empresa en cuestión desde el año 2013, presuntamente sustraía las joyas y otros efectos de los domicilios a los que tenía acceso por razón de su trabajo, teniendo cuidado de hacerse únicamente con parte de las joyas que encontraba en los registros que hacía, con el fin de que no fueran detectados los robos por los propietarios de las casas, o que la desaparición de las alhajas fueran achacadas a extravíos.

De hecho, en los dieciocho casos comprobados hasta el momento, las víctimas no se habían percatado de la desaparición de los efectos. Los agentes pudieron identificar las víctimas a través de las inscripciones grabadas en las joyas localizadas.

La otra detenida, C.C.L., presuntamente colaboraba con su marido haciéndose cargo de la venta de parte de las joyas robadas, llegando a serle intervenidas en el registro de su domicilio diversas piezas de joyería y relojes que se sospecha forman parte del botín obtenido por su marido.

La investigación continúa abierta en otras Comunidades Autónomas donde se ha detectado que el detenido realizó servicios para la empresa en cuestión, no descartándose la localización de nuevas víctimas, dado que falta por identificar el origen de gran parte de las joyas vendidas por los detenidos.