Cómo encajarlo

Aceptación: Los rechazos son habituales. En el mundo laboral se cuentan por cientos de miles cada día. Hay que evitar tomárselo de forma personal. Aprovecha la experiencia para mejorar como candidato a lo que aspires.

Ánimo: Busca un grupo que te anime. La frustración conduce a la autocompasión. Nos apartamos de nuestro círculo habitual y disfrutamos sintiéndonos injustamente tratados e incomprendidos. Es un error. Debemos apoyarnos en los que nos quieren, compartir con ellos nuestro enfado y, a poder ser, bromear sobre ello.

Asesoramiento: Considera la posibilidad de que estés aspirando a algo equivocado, que no sea el trabajo en el que puedes destacar. No intentes conseguir el primer empleo que aparezca y pide consejo para orientar tus esfuerzos hacia los más adecuados.

Análisis: Hay que averiguar lo que hemos hecho mal: corrige tu currículo y tu carta de presentación, si fuera necesario, repasa tus respuestas en las entrevista y los otros aspectos del proceso. Pregunta a amigos y conocidos cuáles son tus puntos débiles, profesionalmente hablando, y procura mejorarlos.

Vínculos: Que no te hayan elegido para un puesto no significa que debas cortar los vínculos con una empresa. Una carta en donde indiques que, pese a no haber sido contratado, no pierdes la esperanza en el futuro causa una impresión inmejorable.

Seguimiento: Procura mantenerte informado. Intenta contactar con alguien que trabaje allí, ya que puede tener información interna sobre nuevos puestos. Esta insistencia puede dar buenos resultados, pues, de cualquier modo, tiempo y paciencia son dos de las claves esenciales en la búsqueda de empleo.

El mundo no se acaba en la entrevista

Manuel Hernández, 29 años, Informático

«A veces viene bien quedar descartado»

«Ahora mismo es más fácil poner tu candidatura para buscar empleo. Se hacen muchas entrevistas, y por eso también te llevas más decepciones. Yo he cambiado tres veces de trabajo, pero en total he hecho unas diez entrevistas en toda mi vida laboral. Si el trabajo era realmente interesante y te rechazaban, daba mucha pena, pero al final siempre sale un nuevo proyecto que te vuelve a motivar. A veces viene bien quedar descartado en la entrevista porque te hace analizar tu situación y saber si realmente estabas preparado para ese puesto. No me he tomado demasiado mal ningún rechazo».