La Junta abre un expediente informativo a Ercros tras una denuncia por supuestamente ocultar información

La empresa asegura que ha actuado "de acuerdo con la legalidad" y de forma "leal" con la administración

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha abierto un expediente informativo a la empresa Ercros para aclarar la presunta ocultación de información sobre episodios de contaminación al subsuelo desde la planta que tenía en Huelva —en la actualidad en manos de Salinas del Odiel—.

En declaraciones a los periodistas, la delegada territorial de Medio Ambiente en Huelva, Rocío Jiménez, ha precisado que a la Consejería llegó un requerimiento de información por parte de la Fiscalía tras recibir ésta una denuncia de un particular a través del comité de empresa.

Ha indicado que la situación también se hizo llegar a la propia Consejería, pero el requerimiento se ha hecho desde la Fiscalía porque ha sido anterior a la recepción en la Consejería de esta información.

Así, la delegada ha explicado que la documentación de la denuncia, que es "muy densa", la están analizando los técnicos de la administración regional, que contrastarán con la que ya tienen en la Junta.

Jiménez ha señalado que se ha abierto un expediente informativo a la empresa para requerirle aquella información que "se supone que no nos han pasado" y que se está "a la espera de recibir para poder contrastarla con la que tiene la Consejería".

La delegada ha apuntado que se trata de un caso "complejo y grave" por lo que "hay que tomar la medidas oportunas para poder aclararlo" ya que se podría estar hablando de "ocultación de información y delitos que pueden atentar contra la salud de los trabajadores".

Este tema, adelantado por eldiario.es, estaría relacionado con "la ocultación de la empresa durante años a la Junta de Andalucía de la contaminación de las aguas subterráneas ubicadas bajo la misma planta".

Postura de la empresa

Por su parte, desde la empresa han indicado a Europa Press que Ercros está convencida de que, en relación con la contaminación de suelos y aguas subterráneas de la fábrica de Palos de la Frontera, "ha actuado de acuerdo con la legalidad, de forma leal con la administración competente y respetuosa con sus propios principios y procedimientos".

En este sentido, han explicado que como consecuencia de la actividad fabril llevada a cabo en la fábrica de Palos de la Frontera desde 1973, las aguas subterráneas de algunas zonas presentan agentes contaminantes en unos valores que "no afectan a la salud de las personas, ni a la calidad del agua del río Odiel, tal como lo demuestra el análisis de riesgo llevado a cabo y comunicado, pertinentemente, a la administración competente, en este caso la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía".

Asimismo, han indicado que desde 2007, como consecuencia de la entrada en vigor del Real Decreto 9/2005, de 14 de enero, —por el que se establece la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados—, Ercros ha venido realizando en sus instalaciones fabriles trabajos de caracterización de suelos y aguas subterráneas que le ha proporcionado información "abundante" sobre el grado de contaminación de dichos suelos y acuíferos.

De este modo, han precisado que con los resultados obtenidos de los múltiples análisis realizados en las redes de control entre 2007 y 2013, Ercros elaboró el informe de caracterización de suelos y aguas subterráneas, que incluye el correspondiente análisis cuantitativo de riesgos (en adelante ACR).

El objeto del mismo era evaluar las consecuencias que las sustancias contaminantes detectadas pueden tener sobre la salud humana y la afectación al río Odiel si éstas llegaran a movilizarse fuera de los límites de la fábrica.

Este informe fue realizado por Geocisa, empresa acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación, y respecto de la contaminación detectada, dijo que es importante señalar que "ni la legislación nacional ni la andaluza establecen límites máximos legales de contaminación de las aguas subterráneas".

Concreta en España, de acuerdo con lo prescrito en el citado artículo 4.3 del RD 9/2005, la herramienta legal para valorar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas y los riesgos asociados a dicha contaminación es el informe conocido como ACR.

Para la elaboración del ACR de la fábrica de Palos de la Frontera, la empresa Geocisa utilizó, "de forma conservadora", valores de contaminación superiores a los valores más altos registrados en la totalidad de los piezómetros de la fábrica.

Conclusiones de geocisa

Las conclusiones de Geocisa sobre dicho ACR fueron, en cuanto a la salud humana que "el riesgo es aceptable, tanto por efectos tóxicos como por efectos cancerígenos, por efectos individuales y por efectos acumulativos, para los trabajadores de Ercros y para los hipotéticos usuarios de la ría Odiel que podrían entrar en contacto con sus aguas a través del baño o por el consumo de pescado".

En cuanto a la migración de los contaminantes, determina que "la afección detectada en las aguas subterráneas de Ercros no afecta a la calidad de las aguas del río Odiel, en tanto que las máximas concentraciones que podrían detectarse ante una potencial movilización de las sustancias en la dirección y sentido de flujo, se han estimado en 10 -6 mg/l."

Así pues, según el ACR de la fábrica de Palos de la Frontera, que es "la herramienta legal para valorar la contaminación de los suelos y acuíferos", el riesgo asociado a la contaminación de suelos y acuíferos en este centro es "aceptable" para la salud humana y "no afecta a la calidad del agua del río".

Desde la empresa han subrayado que en los informes de Geocisa se destaca la tendencia de disminución generalizada de los contaminantes en los acuíferos de la fábrica onubense respecto de los valores obtenidos en los años precedentes. Ello se debe tanto a "su degradación por fenómenos de atenuación natural como al hecho de que los principales focos contaminantes correspondían a plantas que en la actualidad están desmanteladas, por lo que la afección puede considerarse como un hecho pasado y residual".

Finalmente, han señalado que, a lo largo de todo el proceso que se prolonga entre 2007 y 2013, hay "numerosos" contactos con los técnicos de la administración andaluza a quienes "se va informando del avance de los informes".

De este modo, ha explicado que, de acuerdo con lo prescrito en el RD 9/2005, "cuando Ercros conoce el grado de contaminación de las aguas subterráneas de la fábrica de Palos de la Frontera, su extensión en todo el recinto y su posible afectación al exterior, —proporcionado todo ello por los datos analíticos de la red de control—, y ha valorado los riesgos asociados a dicha contaminación a través del correspondiente ACR, considera que "es el momento, y no antes, de poner en conocimiento de la administración competente la documentación oficial que contiene dicho informe y el plan de vigilancia y control de los acuíferos".

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