La ola de calor que sufrimos en Vizcaya la semana pasada ha traído consecuencias en forma de lesiones producidas por el sol. Entre el 9 y el 15 de julio, los socorristas tuvieron que atender a 42 bañistas con quemaduras en las playas vizcaínas, superando las 37 atendidas desde que comenzara la temporada de baños, el 9 de julio.

El aumento de lesiones se debe, también, a que esta última semana ha tenido más días buenos. En concreto, entre el jueves y el domingo se llenaron los arenales, y la temperatura alcanzó su cota más alta en lo que llevamos de verano, llegando a los 37 grados el domingo.

Los socorristas recomiendan aplicarse crema siempre, «y que sea la necesaria para cada persona, porque las pieles son diferentes», explica Koldo Larrazabal, coordinador de Cruz Roja.

808 incidencias

Cortes. Los cortes y las heridas siguen copando la mayoría de las incidencias registradas en las playas. En la última semana se han atendido 469.

Picaduras. Los salvarios se encuentran haciendo su agosto antes de que llegue este mes. En los últimos siete días han picado a 83 personas en los arenales vizcaínos. Los insectos han dado cuenta de 36 bañistas y las medusas de otros ocho.

Rescates. Hasta 55 bañistas han tenido que ser rescatados en el agua por los socorristas. Más de la mitad, por culpa de las corrientes.

Desfibrilador. Afortunadamente, hasta ahora no ha habido ocasión de utilizar los nuevos desfibriladores para solucionar paros cardíacos de que disponen las playas. Tampoco ha sido necesario realizar ninguna reanimación cardio pulmonar.

No se esperan nuevas galernas

La costa vasca sufrió el pasado domingo una galerna de alerta amarilla, es decir con suficiente intensidad para avisar a la población, pero sin generar demasiado peligro.

El viento alcanzó, pese a todo, los 85 kilómetros por hora y la temperatura bajó 14 grados en unos 20 minutos. La galerna, prevista por los meteorólogos, fue «de libro,», explica Miguel Ángel Manjón, técnico del centro meteorológico del País Vasco. «Había 37,4 grados, y rápidamente el origen del viento giró, del sur al noroeste», señala.

Y, sin embargo, este verano no se prevén, al menos de momento, galernas fuertes. La razón es que no está haciendo suficiente calor. En julio del año pasado, por ejemplo, hubo pequeñas galernas casi todos los días.