El Sindicato de Enfermería de Baleares (SATSE) ha manifestado su oposición a la aprobación por parte del Gobierno central del Real Decreto de la "prescripción enfermera", por tratase de "una agresión que anula las competencias de los enfermeros".

En una rueda de prensa, el sindicato ha anunciado que la principal consecuencia si se aprueba la medida serán los colapsos en los centros médicos ya que prohíbe a estos profesionales administrar ningún fármaco a los pacientes sin pasar antes por un médico.

Según ha criticado el secretario general de Satse, Jorge Tera, este decreto "anula y retrocede las competencias acreditadas por los enfermeros que han estado formándose durante cuatro o seis años en la universidad volviéndoles a considerar como auxiliares".

Tera, siguiendo un orden cronológico, ha explicado que tras haber pasado por todos los órganos, consejos y comisiones implicados, "el 22 de octubre el Ministerio de Sanidad cambió el preámbulo y el sentido original del Real Decreto incluyendo la necesidad de una evaluación médica previa".

El secretario general ha subrayado que se redactaron hasta noventa borradores antes de llegar al acuerdo final pero se modificó ante la "presión" por parte de determinados colectivos médicos, como la Organización Médica Colegial, que aseguró que era un peligro para la sanidad que los enfermeros prescribieran medicamentos.

"la mayor agresión a los enfermeros"

Por este motivo, Tera ha indicado que esta es "la mayor agresión a los enfermeros desde que tienen carrera universitaria, supone un absoluto desprecio a la profesión y una estafa al sector y a los usuarios del sistema de salud".

Además, el secretario general ha asegurado que con esta nueva normativa les están obligando "a una huelga competencial forzosa para no incurrir en delitos de intrusismo", ya que realizar su trabajo como hasta ahora supondría un delito tipificado en el código penal.

La entrada en vigor de este Real Decreto, ha explicado Tera, supondría "un auténtico problema asistencial porque una enfermera no podría ni utilizar una vacuna de la gripe, aumentar la dosis de insulina o incluso determinadas pomadas sin tener que pedir previamente el paciente una cita con el médico".

Por ello, Satse ha denunciado que "es una situación absolutamente cafquiana y dantesca en la que se verán afectados los 6.000 enfermeros de Baleares" y ha informado que está preparando un dictamen catedrático, una reclamación al Gobierno y un informe de la comisión deontológica para tratar de evitar su publicación o, en su defecto, modificar la normativa.