Desarollan una campaña de control de cebos envenenados en el Alto Najerilla

La Dirección General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja ha llevado a cabo una campaña preventiva contra el uso de cebos envenenados en el medio rural en el Alto Najerilla que, afortunadamente, ha concluido sin que se detectase ningún cebo, ni animales muertos por venenos en la zona.
Imagen de la campaña
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GOBIERNO DE LA RIOJA
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La Dirección General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja ha llevado a cabo una campaña preventiva contra el uso de cebos envenenados en el medio rural en el Alto Najerilla que, afortunadamente, ha concluido sin que se detectase ningún cebo, ni animales muertos por venenos en la zona.

Para realizar esta inspección, Medio Natural solicitó la colaboración del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, cuya sede se encuentra en El Pardo (Madrid), que ha desplazado hasta La Rioja dos perros especializados en la detección de cebos envenenados, acompañados por sus guías; también han colaborado en la campaña efectivos del Seprona y Agentes Forestales de la Consejería de Medio Ambiente.

La inspección se realizado los días 4 y 5 de noviembre en varios puntos de la cuenca alta del Najerilla, una zona donde hace dos años se localizaron varios cebos con estricnina y también han aparecido algunos cadáveres de aves carroñeras muertas por la ingesta de animales o cebos envenenados.

Ante la dificultad que entraña la localización de este tipo de sustancias tan dañinas para la fauna, Medio Natural solicitó la colaboración de la unidad canina de detección de venenos de la Guardia Civil, que en la actualidad es una de las herramientas más eficaces para detectar venenos y para disuadir de su uso en el medio natural.

Durante los dos días que duró el rastreo por las áreas previamente seleccionadas por la administración medioambiental riojana no se ha detectado ningún cebo envenenado.

No obstante, la Consejería tiene previsto continuar su colaboración con la Guardia Civil y repetir periódicamente este tipo de inspecciones para tratar de erradicar una práctica ilegal con consecuencias ambientales muy negativas y que se ha convertido en una seria amenaza para la conservación de la biodiversidad.

Actualmente, el uso de venenos es un delito y se encuentra entre las principales causas de mortalidad de numerosas especies amenazadas, entre ellas aves como el águila imperial, el quebrantahuesos, el buitre negro o el alimoche.

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