
James Williams es un peluquero de Port Talbot, Gales, que ha conquistado a Internet gracias a la amable forma con la que trató a Mason Davies, un niño al que sus padres llevaron a su negocio.
Mason tiene autismo y cada vez que sus padres intentaban que se sentara en el sillón, el pequeño huía. A James se le ocurrió que lo mejor era dejar a Mason a su aire.
El niño se tiró al suelo para jugar con el teléfono móvil de su madre, y fue cuando James decidió tirarse también y así poder cortarle el pelo a su cliente.
James compartió la historia en su página de Facebook y se ha viralizado, con casi 9.800 'me gusta' y tras ser compartido casi 2.700 veces.
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