Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, en una operación conjunta denominada 'Tainos', han procedido, a la detención en la localidad de Madrid, de tres varones de nacionalidad dominicana de 36, 33 y 27 años como presuntos autores de 49 robos con violencia en las provincias de Toledo, Madrid, Guadalajara y Zaragoza.

Con estas detenciones la Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal especializado en la comisión de robos con violencia a ancianos, llegando a utilizar el método conocido como 'mataleón', consistente en abordarlos por la espalda y ahogarlos fijando el brazo alrededor del cuello, tapándoles la boca para evitar que estas pudieran pedir auxilio.

El grupo habría sustraído joyas por un valor aproximado a los 70.000 euros, de los cuales se han recuperado efectos por un valor de 20.000 euros.

A mediados del año 2015 la Guardia Civil de Illescas (Toledo) detectó un incremento de los delitos de robo con violencia cometidos contra personas de avanzada edad que vivían en distintas localidades de la comarca de La Sagra, con edades comprendidas entre los 60 y 85 años de edad.

En base a los distintos testimonios de las víctimas se pudo determinar que todos los hechos delictivos eran obra de un mismo grupo delictivo, coincidiendo tanto la descripción física de sus autores, varones sudamericanos de piel oscura, como el 'modus operandi' empleado, caracterizado por una extrema violencia y por técnicas de estrangulamiento como el conocido 'mataleón', para posteriormente huir del lugar con las joyas sustraídas a pie o en una bicicleta de montaña.

Como consecuencia de estos hechos el Área de Investigación del Puesto Principal de Illescas, dio inicio a la denominada operación 'Tainos'. Dos de los tres detenidos acababan de cometer un robo el mismo día en que fueron detenidos, concretamente uno en Illescas y otro en Talavera de la Reina, los dos de la provincia de Toledo, siendo recuperadas las joyas pertenecientes a las víctimas de ambos robos.

Tenían distintos roles

Las tres personas detenidas formaban un grupo de estructura abierta, en el que sus integrantes se concertaban para la comisión de los robos con violencia y cada uno asumía un rol determinado dentro del grupo, pudiendo intercambiarse los papeles entre si y actuar de manera indistinta, destacando la gran movilidad de la que hacían gala, recorriendo centenares de kilómetros en un solo día, para cometer los delitos investigados en distintas provincias, utilizando como medio de huida en la comisión de los hechos una furgoneta de color verde oscuro.

Tras la comisión de los robos, en primera instancia, los autores huían del lugar a la carrera o bien en una bicicleta de montaña, que introducían en el vehículo comercial, situado en alguna calle aledaña alejada de miradas indiscretas, para posteriormente marcharse del lugar consiguiendo así despistar a víctimas y testigos.

Otro dato característico, es el cambio de vestimenta que los mismos realizaban durante la comisión de los delitos, pudiendo realizar en el mismo día varios cambios de camisetas, gorras y en algunas ocasiones incluso de pantalones y que tendrían como objetivo, sin duda, dificultar su posible identificación, tanto por las víctimas y testigos, como por las unidades policiales alertadas con motivo de estos hechos.

Como prueba de la violencia que empleaban en sus acciones, en alguna ocasión han llegado a tirar y arrastrar por el suelo a sus víctimas, incluso golpeándolas en la cabeza, una vez que estas se encontraban indefensas en el pavimento, para a continuación sustraerle las joyas que portaban.

Selección de víctimas

Los detenidos seleccionaban a sus víctimas utilizando dos criterios: que portaran joyas de gran valor económico, y que fueran de edad avanzada. Con respecto a este último criterio, la violencia que empleaban los detenidos, dificultaba en gran medida el posible reconocimiento de los autores de los hechos, no solo por una inferioridad física manifiesta respecto de sus agresores, sino que también tendrían como hándicap el impacto emocional de las víctimas, dejándolas a muchas de ellas en estado de shock.

Las detenciones se produjeron como culminación de la operación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, fruto de las investigaciones del Área de Investigación del Puesto Principal de Illescas de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo y la Sección II de Policía Judicial de la Comisaría de la Policía Nacional del distrito de Usera-Villaverde (Madrid).

Durante la fase de explotación de la operación conjunta se ha realizado una entrada y registro en la localidad de Madrid, fruto del cual han sido incautados diferentes efectos relacionados con los hechos delictivos que se imputan, destacando entre los efectos incautados, joyas por valor de 20.000 euros, dinero en efectivo, varias prendas de vestir utilizadas durante la comisión de los robos con violencia e intimidación descritos, una bicicleta de montaña utilizada para la fuga, un vehículo comercial utilizado los desplazamientos y la fuga y varios terminales telefónicos.

En el transcurso de la presente investigación se ha podido acreditar fehacientemente la participación de los miembros de este grupo delictivo en robos con violencia en las provincias de Toledo, Madrid, Guadalajara y Zaragoza, un delito de resistencia y desobediencia grave a los agentes de la autoridad y un delito de pertenencia a grupo criminal.

En concreto, en la provincia de Toledo, los robos se produjeron en Illescas, Yuncos, Quintanar de la Orden, Mocejón, Quismondo, Santa Cruz del Retamar, Talavera de la Reina y Toledo. En Madrid se llevaron a cabo en San Lorenzo de el Escorial, Rivas-Vaciamadrid, Meco, Mejorada del Campo, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Aranjuez.

En la provincia de Guadalajara se cometieron en Azuqueca de Henares y en Guadalajara capital y en la de Zaragoza, en la capital y en Calatayud.