Paloma Rocasolano, madrina

Si en el bautizo de la infanta Leonor ejercieron de padrinos los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, parecía obvio que en el caso de su hermanita Sofía, la abuela materna Paloma Rocasolano tomaría el testigo.

Éste no ha sido un buen año, hace escasos seis meses que Paloma perdió a su hija Érika, por eso para ella esta elección es un gran motivo de alegría y tiene un significado muy especial.

Discreta, sencilla y siempre amable con la prensa, Paloma Rocasolano siempre ha estado muy cerca de la Princesa Letizia en sus momentos más importantes. Según dicen, fue la primera en conocer el secretísimo romance de su hija con el Príncipe, la acompañó en los preparativos de su boda real y también fue la primera en llegar a la clínica Ruber para acompañar a su hija en su segundo parto.

Paloma nació en Madrid, estudió Enfermería y se unió a la causa sindical en 1991 (el sindicato sectorial SATSE la liberó para que inspeccionara los centros sanitarios de la zona sur, Vallecas y Moratalaz).

En 1999, un día después de la primera boda de su hija con el escritor y profesor Alonso Guerrero, Paloma se divorció de su marido, el periodista Jesús Ortiz.

Posteriormente, se le relacionó con el arquitecto asturiano José Fernández del Rey, aunque Paloma siempre ha conservado su estatus de divorciada. Jesús Ortiz, en cambio, volvió a contraer nupcias en 18 de marzo de 2004 con la también periodista Ana Togores.

Tras la boda de su hija, dejó su trabajo como enlace sindical para convertirse en la directora del proyecto Vacaciones Solidarias que lleva a cabo la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN), una ONG creada en 1988 por el sindicato SATSE. Dicho trabajo consiste en organizar viajes a Centroamérica para que sus compañeros de profesión puedan intercambiar experiencias y conocimientos con los sanitarios del otro lado del Atlántico.

Después del fallecimiento de Érika, los padres de Paloma, Francisco Rocasolano y Enriqueta Rodríguez, se trasladaron a vivir con su hija en Madrid.

Kostantin de Bulgaria, príncipe de Vadin, padrino

Konstantin Sajonia-Coburgo Gotha, cuarto de los cinco hijos de los reyes de Bulgaria, Simeón y Margarita Gómez-Acebo, es íntimo amigo del Príncipe Felipe.

La estrecha amistad de sus padres con la Familia Real española propició que sus hijos tuvieran muy buena relación desde la infancia. Konstantin es, por edad, el más cercano al Príncipe -sólo se llevan un mes- y en muchas ocasiones jugaron juntos.

Cuando Doña Letizia dio el "sí quiero" a Don Felipe en la catedral de la Almudena, Konstantin estaba allí para confirmar su unión como testigo, pero ésta no ha sido la única ocasión en la que la Casa Real Búlgara afianza sus vínculos con la Casa Real Española.

El príncipe Kubrat de Bulgaria, hermano de Konstantin, es padrino de Pablo Nicolás, hijo de los duques de Palma de Mallorca, la Infanta doña Cristina y don Iñaki Urdangarín. Y Rosario Nadal, mujer del príncipe Kyril de Bulgaria -también hermano de Konstantin-, es madrina de la pequeña Irene Urdangarín.

Apátrida hasta la adolescencia, a causa del exilio de su padre, Konstantin visitó por primera vez su país en 2000, meses antes de que su padre fuese elegido democráticamente Primer Ministro.

En la actualidad, Konstantin de Bulgaria es director de la banca Rotschild en España. Se casó con la española María García de la Rasilla y es padre de mellizos, un niño llamado Umberto y una niña llamada Sofía, como la infanta que pronto será su ahijada.

Sus hermanos son el príncipe Kardam -el primogénito-, el príncipe Kubrat, cirujano y casado con Carla Royo-Villanova, el príncipe Kiryl, casado con Rosario Nadal, y la princesa Kalina, la menor de los cinco hermanos, casada con el aventurero Kitín Muñoz.

Recientemente, Simeón de Bulgaria también ejerció de padrino, pero para una boda, en este caso, la de Paloma Segrelles, directora del Club Siglo XXI y el empresario Emilio Álvarez.