El director de la Residencia Ribera de Sió de Agramunt (Lleida), en la que murieron cuatro ancianas tras inundarse la planta baja, ha asegurado que quieren "estudiar y aclarar el motivo por el que no se recibió ningún aviso en la residencia o al resto de vecinos con tiempo suficiente".

En rueda de prensa este miércoles junto al alcalde, Bernat Solé, el director del asilo ha asegurado que "la gran fuerza de la bajada del agua combinada con la falta de aviso de la situación que estaba a punto de sufrir Agramunt hizo que el tiempo de reacción fuera insuficiente".

Solé se ha sumado a esa queja y ha asegurado que el Ayuntamiento no activó los planes de emergencias porque no fue avisado de la magnitud del temporal: "Los ayuntamientos tenemos planes de emergencias que se activan siempre y cuando alguna administración diga que hay constancia de un peligro potencial".

Ha apuntado que el Ayuntamiento recibió a las 23 horas un aviso de lluvias en una zona cercana, "pero en ningún momento en la cuenca del río Sió o en la comarca de la Noguera, que es de donde proviene el agua del río".

"Se nos dijo que si cambiaban las condiciones [meteorológicas] se enviaría otro aviso, y no tuvimos ninguno más", ha añadido, por lo que ha instado a todos los organismos implicados a mejorar la detección y comunicación de peligros en casos de temporal.

Planta baja

El director de la residencia ha explicado que las habitaciones de la planta baja serán clausuradas, aunque se mantendrán abiertas el resto de dependencias de la planta.

Ha detallado que esta zona también acoge el comedor, la sala de estar, la cocina, la sala de rehabilitación y la peluquería, y ha señalado que la planta estará "inoperativa un mes y medio o dos" mientras se secan las humedades y se pinta y volverá a abrir.

Ha asegurado que esta planta era "la joya de la corona" de la residencia y de la que se sentían más orgullosos, y se ha puesto a disposición de las familias de las fallecidas, que tenían 80, 81, 83 y 84 años.

Zona catastrófica

El alcalde ha explicado que el Ayuntamiento pedirá la declaración de zona catastrófica, y durante este miércoles está elaborando un primer balance de daños económicos.

Tanto el alcalde como el director de la residencia han señalado que la residencia tramitó y obtuvo los permisos de apertura antes de que la normativa exigiera un plan de inundabilidad, y han asegurado que tras el cambio de normativa no se les solicitó cambios, aunque los harán si alguna administración competente los requiere ahora.