Al menos once personas han muerto en la madrugada de este domingo en un nuevo naufragio ante las costas de la isla griega de Samos, situada en el mar Egeo y muy cerca de la costa de Turquía.

Entre las víctimas hay cinco mujeres, dos niños y cuatro bebés que se ahogaron cuando el bote neumático en el que viajaban, de unos seis metros, se hundió tras chocar con unas rocas frente a las costas de Samos con 26 personas a bordo, de las cuales 15 han podido ser rescatadas. Los fuertes vientos, que alcanzan los 8 grados en la escala de Beaufort, han dificultado el trabajo de los equipos de rescate.

Por otro lado, está previsto que este domingo lleguen al puerto de El Pireo, en Atenas, dos transbordadores con un total de 3.337 refugiados y migrantes procedentes de las islas de Lesbos y Quíos.

Con el empeoramiento del tiempo, los naufragios se han convertido en un drama cotidiano: de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, 70 menores han muerto ahogados en el mar Egeo en los últimos dos meses, una cifra que aumenta cada día.

En total, unas 600.000 personas han llegado a Grecia en lo que va de año procedentes de los conflictos en Oriente Próximo, el Norte de África y Asia, desatando la mayor crisis migratoria a la que se enfrenta Europa desde la Segunda Guerra Mundial.