"Lo que está ocurriendo en Cataluña es de enorme gravedad". Con esta frase ha arrancado el presidente, Mariano Rajoy, su entrevista en la Cadena Ser. "Se ha presentado una propuesta de resolución que, de llevarse a la práctica, supondría liquidar la norma constitucional y todo el ordenamiento jurídico", ha agregado, en referencia al documento presentado este martes por Junts pel Sí y la CUP en el Parlamento catalán para iniciar el proceso hacia una república catalana. "Al Gobierno no va a temblarle el pulso a la hora de tomar decisiones", ha advertido el presidente.

"Las leyes españolas tienen instrumentos suficientes para que el Gobierno pueda garantizar la unidad de España y la soberanía nacional", ha insistido Rajoy y ha confiado en no tener que poner en marcha el artículo 155 de la Constitución que suspendería la autonomía. "No me gustaría llegar a eso", ha afirmado y ha abogado por actuar con "prudencia".  "Con proporcionalidad y viendo cómo se producen los acontecimientos pero también con firmeza y determinación", ha apostillado y ha reiterado que el Ejecutivo va a evitar que se consigan los objetivos presentados este martes: "Las pretensiones de los independentistas en Cataluña no van a salir adelante".

Rajoy ha negado que en los últimos años se hayan cumplido las metas que los soberanistas han ido planteando. "Me propusieron el llamado pacto fiscal y les dije que no, propusieron celebrar un referéndum y se les dijo que no", ha argumentado.

El presidente ha tirado de historia para responder a la pregunta de qué ofrece el Estado a los dos millones de personas que quieren que Cataluña se separe de España: "España es la nación más vieja de Europa. En la historia están los lazos afectivos, los lazos comerciales...". Y ha continuado: "Nos une el rumbo del mundo, que va a procesos de integración. Nos unen muchas cosas".

Sobre una revisión de la Constitución, el candidato a la Moncloa por el PP ha señalado que la ley fundamental se puede reformar "pero no para darle a los independentistas lo que pretenden". "Si alguien quiere tocar la unidad de España, la soberanía nacional o la igualdad de los españoles yo estaré enfrente", ha avisado. Sí se ha mostrado partidario de "no abrir" el debate sobre el concierto económico vasco y el convenio navarro y de mantener estos instrumentos jurídicos que regulan las relaciones financieras entre estas comunidades y el Estado.

El presidente ha anunciado que convocará en el Palacio de la Moncloa a los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, sin excluir a otros dirigentes políticos, para hablar del desafío soberanista. Sobre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no tiene inconveniente, aunque ha recordado que Iglesias apuesta por el derecho a decidir y la "liquidación" de la soberanía nacional, planteamientos que no comparte. Del asunto ha hablado también con el rey, aunque ha preferido mantener la discreción sobre el contenido de esa conversación.

El jefe del Ejecutivo se ha pronunciado también sobre el informe emitido este lunes por la OMS que sentencia que el consumo de carne procesada causa cáncer colorrectal. "En España se come mucha carne y somos el segundo país del mundo en esperanza de vida", ha indicado.

Rajoy ha resaltado que es necesaria más información al respecto, como por ejemplo, de cuánta cantidad de carne se habla cuando se recomienda que se consuma con moderación. "Echo de menos información contundente y clara por parte de quien la puede dar", ha apuntado.

Asimismo, ha reconocido haberse equivocado cuando minimizó el problema del cambio climático, con aquella cita que hizo a su primo: "Cuando uno se equivoca lo mejor es rectificar. Me equivoqué entonces y he rectificado. Me parece un problema grave".

El líder de los populares también ha hablado de economía y ha dicho tener la sensación de que "alguien se enfada" cuando él habla de "la buena evolución" experimentada en "los últimos años". Igualmente ha defendido que la reforma laboral es "una de las mejores decisiones ha adoptado" su Gobierno y que "dar marcha atrás es un disparate desde el punto de vista de los intereses de la gente".

El presidente se ha negado a concretar si la indemnización por despido volverá a elevarse a los 45 días por año trabajado si la situación económica se recupera. "El objetivo prioritario es que todo el mundo tenga un puesto de trabajo y que no entremos a discutir eso. El objetivo es crear trabajo. Cuando las cosas van bien no hay despidos", se ha limitado a decir.