Fejerman traslada a 'La Adopción' su viaje por las dificultades de un proceso sin límites para ser padres

La directora de origen argentino Daniela Fejerman ha trasladado a 'La Adopción', su último largometraje, su propia experiencia del viaje que realizó a Ucrania para adoptar a un menor y que, con toques de realidad y ficción, ha sido recibida este martes con aplausos por el público de la 60 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
El equipo de 'La Adopción' en la 60 Seminci
El equipo de 'La Adopción' en la 60 Seminci
EUROPA PRESS
El equipo de 'La Adopción' en la 60 Seminci

La directora de origen argentino Daniela Fejerman ha trasladado a 'La Adopción', su último largometraje, su propia experiencia del viaje que realizó a Ucrania para adoptar a un menor y que, con toques de realidad y ficción, ha sido recibida este martes con aplausos por el público de la 60 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Las dificultades, sinsabores y malos momentos de su viaje a Ucrania, que la hizo sentir "como dentro de una pesadilla", llevó a su propio entorno a bromear sobre la posibilidad de que lo relatara luego en una película, proyecto que ahora ve la luz y que muestra, exactamente, sus sensaciones en torno a una experiencia que era "como un cuento de Navidad pero contado por Kafka".

A su vivencia había que sumar leyes de ficción, progresión del relato y personajes pero siempre con la barrera de la "línea de verdad" como límite, según lo ha explicado este martes la propia directora, quien en rueda de prensa acompañada por el equipo de la cinta ha detallado que, junto al suyo, conviven en 'La Adopción' los relatos de otras familias.

En su caso, Natalia y Dani eran los protagonistas de un viaje a un país del este de Europa (sin determinar en la cinta, aunque se rodó en Lituania por los contactos que el productor, Gerardo Herrero, tenía allí), que comienza con el extravío de las maletas y está a punto de acabar fuera de todo límite en un callejón y del que solo se sale con dinero.

Las entrevistas en los departamentos gubernamentales que atienden las adopciones, la unión inicial de la pareja, las caídas consecutivas de uno y otro y el golpe final cuando, por fin y tras dejar miles de dólares tras de sí, parece que el plan se ve truncado, son parte de las historia que Fejerman vivió y que quería contar.

"Pagamos 10.000 euros solo en gastos administrativos... hay una enorme cantidad de dinero que va a parar a alguna parte", asegura antes de insistir en su deseo de contar la historia real y la descripción del procedimiento, de cómo funciona y de la "corrupción" dentro del sistema nacional de adopciones.

La materia prima determina la historia

Alejo Flah, responsable del guión, ha especificado que ficción y la realidad "manejan materiales muy diferentes", tanto si se construye la ficción desde la realidad, como en este caso, como si se hace desde la propia ficción. "Se trata de cómo construir la historia: si la materia prima, la realidad, es tan potente, es mucho más fácil", ha señalado

La construcción de la historia con todos los testimonios recabados daba paso a un "largo camino" que comenzó con Gerardo Herrero como productor y, desde ahí, con la elección de los protagonistas, "que han puesto su carne y su alma para hacer unos personajes desde un compromiso". "Siempre trabajan con verdad pero aquí enfrentaron la tarea con un compromiso y una entrega radicales", afirma la directora antes de destacar el hecho de que fueron capaces de construir una pareja "con historia".

Herrero siempre tuvo "muy claro" que quería a Nora Navas y Fejerman eligió a Francesc Garrido, y entre ellos surgió una química "mérito de Daniela", según el actor, y de las similitudes entre sus códigos interpretativos.

"No habíamos trabajado antes pero cuando te apetece, entonces la química se acelera", ha subrayado el intérprete para que, a continuación, Navas precisara que son "animales escénicos parecidos" y que, tras tres candidatos, Garrido fue el elegido por su "primer contacto visual". "Miramos, trabajamos, escuchamos... de la misma manera, no trabajamos desde la mentira y somos igual de intensos y obsesivos".

A la intérprete de Natalia le ha dado mucha tranquilidad que la que abordaba fuera la historia de Fejerman debido a la "complicación" de un tema "con muchas sensibilidades" al que, no obstante, se han enfrentado con "mucha manga ancha" por parte de la directora.

Con la historia modificada y adaptada llega el momento de vivir el personaje, según Navas, quien ha insistido en las posibilidades que Fejerman les dio de "tocar" su historia y plantearle aspectos vinculados, por ejemplo, lo que ha propiciado, además, que la cinta haya estado "muy viva" desde sus inicios y hasta hoy.

Los idiomas,

Otros personajes

Rodada en catalán, español, Inés, lituano y ruso por la aportación que esa diversidad daba, la cinta encuentra precisamente en los idiomas otros personajes ya que son la incomunicación o las dificultades para entenderse los que marcan una parte importante de la estancia de los personajes en aquel país.

"Era importante respetar los distintos niveles de lenguaje, que hubiera una lengua íntima como el catalán, otra vehicular (inglés) y luego ese otro mundo incomprensible, donde no tienen pistas", ha explicado antes de aludir al rodaje como un "extraño Babel" y de que el productor coincidiera con ella en la importancia de las lenguas como elementos de identidad, por lo que su pérdida conllevaría la de una parte de la riqueza.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento