Alcalde de Estepona rechaza el aforamiento y duda de la limitación de mandatos y la incompatibilidad de cargos

García Urbano apuesta por priorizar la gestión frente a los gestos y plantea una reflexión sobre "placebos políticos"

El regidor de Estepona (Málaga) y presidente del Consejo de Alcaldes del PP-A, José María García Urbano, ha apostado por la eliminación del aforamiento de los diputados. Además, ha considerado que "no se facilita el acceso y la conservación en la vida política de los mejores profesionales si se aplica un límite temporal a los cargos o si se endurecen las incompatibilidades".

Respecto a las listas abiertas, García Urbano ha advertido de que "es algo que puede actuar como placebo y se corre el riesgo de que no haya cohesión con el alcalde, por ejemplo, lo que haría imposible gobernar".

Y lo ha dicho ante uno de los defensores de la limitación de mandatos o de la incompatibilidad de cargos, por ejemplo, el presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno, que ha sido su presentador este lunes durante un desayuno informativo organizado por 'Fórum Europa. Tribuna Andalucía'.

"No es hoy una burla inaceptable el propio hecho de la existencia de personas aforadas", se ha preguntado el alcalde, añadiendo con rotundidad que "esto no es ejemplaridad". "Este privilegio tuvo su razón de ser en los albores del Estado de Derecho pero mantenerlo hoy es no creer en la independencia del poder judicial", ha alertado, dejando claro que "si en mi vida tuviera la oportunidad de formar parte de algún Parlamento, renunciaría desde el primer día a esa condición".

Acerca de la limitación de mandatos, ha dicho que "me apunto, pero no como imposición legal, sino como una opción voluntaria", y, respecto a las incompatibilidades, ha defendido que "hay gente con capacidad para ejercer dos cargos públicos o uno público y otro privado o sólo uno público o también personas que no hacen nada bien". En consecuencia, ha demandado que "se facilite el acceso a la vida política a los mejores profesionales, su continuidad y la reincorporación a la vida privada".

Durante su intervención, ha abogado por la necesidad de una regeneración de la política que permita la percepción real por parte de los ciudadanos de una administración y de unos gestores verdaderamente eficaces. "O diseñamos medidas reales y eficaces o no recuperaremos nunca la confianza en los ciudadanos", ha señalado.

Apostando, de esta forma, por priorizar la gestión frente a los gestos, ha enumerado una batería de lo que ha denominado "placebos políticos", es decir, "medidas efectistas para tratar de contentar a los ciudadanos con actuaciones y gestos, con soluciones que no lo son, pero que tienen un poderoso y benéfico efecto sugestivo".

El alcalde más votado del PP en las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes en las pasadas municipales ha incidido así en que en su Ayuntamiento se ha priorizado la gestión frente a los gestos. "El resultado electoral se basa en la mejoría de la ciudad en todos sus ámbitos —ha aseverado—, en la percepción que mis vecinos han tenido de esa mejoría y en el sentimiento que han recobrado de orgullo y autoestima hacia la ciudad que habitan". En consecuencia, "no hay que buscar pócimas milagrosas porque no las ha habido".

Entre las cuestiones planteadas durante su intervención, se ha referido a la transparencia, apostando por ella como "medio para transmitir credibilidad, con medidas prácticas que exhiban el comportamiento de la administración, y que no se queden en el escueto gesto de publicar lo que tiene o lo que debe un político".

Cuestiona la declaración de bienes

Sobre esto, el regidor de Estepona ha expuesto que "no garantiza ni un ápice la honestidad del responsable público ni que en su quehacer adopte un trabajo constante y una responsabilidad hacia el ciudadano" la publicación de la declaración de bienes.

En relación con la necesidad de credibilidad hacia la administración, también ha abogado por la eliminación de la arbitrariedad en la contratación pública. "Hagamos esfuerzos reales para evitar situaciones de favoritismo, eliminemos la arbitrariedad por vía de la opinión discrecional o subjetiva", ha comentado.

En concreto, ha defendido el sistema de subasta pública, donde "gana el concurso público que puje por hacerlo a un menor precio". Junto a esto, ha apostado, igualmente, por la implantación de la administración electrónica para evitar la ralentización en la respuesta a peticiones regladas como licencias y autorizaciones.

Ha considerado como "placebo" ver qué alcalde es el que cobra menos dinero, mientras "se permiten paradojas como que el sueldo del personal eventual no esté limitado legalmente ni el de gerentes de sociedades, patronatos o fundaciones públicas".

Y lo que ha subrayado como de "extrema gravedad" sobre este asunto es que el sueldo de los habilitados nacionales —secretario, tesorero e interventor—, que han de ejercer el control sobre la administración, esté fijado cada año por los alcaldes y concejales a quienes deben controlar.

Régimen retributivo

Por ello, ha defendido un adecuado régimen retributivo unido a un correlativo nivel de responsabilidad, y ha reiterado la consideración de que "sólo con la responsabilidad personal, civil y patrimonial de los gestores públicos por actos lícitos, pero de resultado dañoso para los intereses públicos, se acaba definitivamente con los desmanes".

Asimismo, García Urbano ha propuesto acabar con los placebos en la gestión pública. Como ejemplo, se ha referido a sustituir los planes de empleo como se han aplicado hasta ahora por los dirigidos a favorecer la integración en el mercado laboral.

Para ello, ha planteado la colaboración entre las administraciones y las empresas privadas para implicar al tejido empresarial y que éste favorezca la creación de empleo; de forma que la administración sufrague la contratación de ciudadanos en las empresas, y al mismo tiempo, éstas se comprometan a mantenerlos contratados, como mínimo, por el mismo periodo de tiempo que la administración haya costeado.

Finalmente, García Urbano ha señalado que "no puede ser sólo que la sociedad reproche permanentemente a la clase política; no vale, de ningún modo, la afirmación de que todos los políticos son iguales, o que la clase política que padecemos es inservible".

A su juicio, "urge que trabajemos todos en esa común tarea de hacer más creíble, digna, predecible, respetada, valorada e, incluso, agradecida la labor de los representantes públicos". "Entre todos podemos conseguir la recuperación ética y moral", ha opinado.

Y es que, según ha dicho, "la aparición de nuevos partidos no significa una nueva política". "La mera sustitución de unas personas o de unos grupos políticos por otros, tampoco", ha expuesto el alcalde esteponero.

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