Amaranta Guillo ha pasado el año a caballo entre su trabajo, la biblioteca y la academia para prepararse las oposiciones a policía local. La semana que viene es el primer examen, en el que peleará por una de las 71 plazas convocadas.

Mucho, cuanto más cerca está, más difícil me parece.

Siempre me han llamado la atención las profesiones relacionadas con las fuerzas de seguridad y prestar un servicio útil para la gente.

Poco, porque empecé en enero. He tenido que ver el temario bastante deprisa y me veo un poco floja, pero tengo que intentarlo.

Sí. He compaginado los estudios con el trabajo. Es de locos, pero no dejaría mi empleo por opositar.

Mucho. Las oposiciones absorben muchísimo y no me queda casi tiempo para cosas como ver a mi novio o sacar a la perra. ¡Menos mal que vivo con mi madre!

Soy administrativa de ocho a cinco en La Muela. Luego, a la biblioteca o a la academia y, por la noche, estudio en casa. Además, tengo que sacar hueco para preparar las pruebas físicas.

Del temario, lo que más me cuesta son los temas de derecho penal, porque hay que estudiárselo todo de memoria. Las pruebas físicas se me dan algo mejor, aunque a la carrera de 1.500 metros le tengo miedo.

Amaranta tiene 27 años y compagina su trabajo como auxiliar administrativa con las oposiciones a policía local.