Si quiere que su coche esté a punto para viajar estas vacaciones, ármese de paciencia. Las dos estaciones de la capital para pasar la inspección técnica de vehículos (ITV) están colapsadas de clientes que han dejado los deberes para última hora. De hecho, una de las estaciones no da cita hasta la segunda semana de agosto y la otra hasta finales de la semana que viene. Trabajan con cita previa, pero, «aun así, hay gente que viene y se pone en cola. Si falta alguien, que es habitual, lo solemos meter», apunta uno de los empleados de la ITV.

Algo parecido está pasando también en los talleres de reparación de la ciudad, que estos días están hasta los topes. Y es que miles de personas están acudiendo en masa para la puesta a punto de su vehículo. El resultado: la lista de espera se alarga en no menos de una semana en el mejor de los casos. «Estamos en la mayor época de trabajo del año», asegura Francisco Palomo, de talleres Palomo. Según los  talleres consultados por este periódico, la carga de trabajo se ha multiplicado por dos en estas últimas semanas. Ahora atendemos 40 coches diarios y antes del verano, a unos veinticinco», señalan en Talleres Cazorla,  que advierten que están dando cita «de una semana en adelante».

La mayoría de clientes que se amontona en estos días ante las puertas de los talleres solicita la típica puesta a punto. Es decir, recargar el aire acondicionado, revisar los frenos o cambiar el aceite, labores que requieren al menos una hora y media de trabajo de media.

No se deje engañar

Desde marzo la Junta obliga a los talleres a explicar claramente sus condiciones. Las placas donde figuran las actividades que pueden desempeñar deben estar en un lugar visible y deben informar de sus prestaciones no sólo por símbolos, sino que tienen que aparecer escritos y muy detallados. Si todavía no aprecia estas mejoras, no se apresure a reclamar, los talleres tienen un año para adaptarse. En Córdoba las revisiones oscilan entre los 100 y los 150 euros, aunque el precio puede aumentar si hay que cambiar alguna pieza. En este caso el taller deberá comunicárselo al cliente, que podrá aceptar o no el nuevo presupuesto.