Las obras de la presa de Castrovido (Burgos) finalizarán en 2017 tras una inversión de 220 millones de euros, según ha anunciado este viernes la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Durante una visita a las intervenciones, Isabel García Tejerina ha explicado que las obras ya han alcanzado el 80 por ciento de ejecución, después de que a lo largo de esta legislatura se haya logrado impulsar el 50 por ciento del proyecto.

"Es una presa de especial importancia para los gobiernos del Partido Popular", ha aseverado García Tejerina en declaraciones a los medios, antes de recordar que las obras se licitaron en 2001 y destacar el impulso dado a las mismas en los últimos cuatro años.

La titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha explicado que en estos momentos los trabajos se centran en acabar el muro de la presa que, con 95 metros de altura, es una de las de mayor envergadura del territorio nacional.

García Tejerina ha señalado también que, una vez concluido el proyecto y hasta su puesta en funcionamiento, los esfuerzos se centrarán en su llenado gradual, así como en el resto de procedimientos que requieren intervenciones de estas características.

Asimismo, ha recalcado la imporancia del proyecto para los vecinos de la zona y en términos de seguridad para su ámbito de influencia, ya que evitará riadas e inundaciones, facilitará el abastecimiento de agua a más de 30.000 personas, generará energía eléctrica y permitirá garantizar el regadío a unas 6.000 hectáreas, además de regular los caudales del río Arlanza.

La ministra ha finalizado su intervención recordando el compromiso del Gobierno del PP en materia de agua en Castilla y León, donde hay presupuestados 776 millones de euros en este ámbito, de los que 214 millones están relacionados con el regadío y el resto con intervenciones hidráulicas.

García Tejerina ha estado acompañada en su visita de la delegada del Gobierno en la Comunidad, María José Salguiero; el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, Juan Ignacio de Diego.