El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, ha asegurado este viernes que investigará la relación causa efecto en el caso de Miguel Cañete, un vecino de Lucena (Córdoba), de unos 60 años, que perdió completamente la visión tras haber sido operado en febrero en los dos ojos y ser tratado con perfluoroctano, un medicamento que está siendo investigado en relación a otros casos similares de ceguera.

Todo ello después de que este vecino haya anunciado, según recoge la prensa provincial cordobesa, que va a interponer una denuncia contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) tras recibir la aplicación del citado fármaco.

En declaraciones a los periodistas en Huelva, donde ha presidido el acto de firma de un acuerdo de hermanamiento entre representantes de Andalucía y de Portugal, a través de sus servicios sanitarios de emergencias, el consejero de Salud ha insistido en que, "como siempre, cuando hay un problema en relación con algún efecto secundario de un fármaco, la Junta planteará una investigación; realizará un análisis de la situación y tomará las medidas adecuadas que procedan en cada momento".

En esta línea, ha argumentado que "ahora mismo investigará si hay detrás un fármaco o situación que obligue a terceros", indicando además que la Junta "estará ahí para investigar o evaluar, desde el punto de vista de responsabilidad patrimonial, lo que corresponda en cada momento".

Esta demanda se ha sumado a la de otras cuatro personas que se han quedado ciegas de un ojo, teniendo todas en común que fueron presuntamente tratadas con este compuesto sintético.