Los conductores de los camiones de la basura que descargan en el vertedero de Valdemingómez no aguantan más. Tras cuatro años denunciando agresiones por parte de los habitantes del poblado marginal de la Cañada Galiana, anoche se plantaron y presionaron a la Policía a que les escoltara.

Un centenar de vehículos se reunió ayer a la una de la madrugada en Conde de Casal con la idea de no atravesar el poblado hacia el vertedero a menos que la Policía los escoltara. Y cumplieron sus intenciones. "La semana pasada, cuatro compañeros fueron apedreados y uno de ellos resultó herido", explicó ayer Jesús Belvis, portavoz sindical de los camioneros. "El jueves estuvo la Policía, el viernes también, pero ya no volvieron más", lamentó. Los camioneros achacan sus agresiones al vandalismo juvenil.