La primera rotonda de España se construyó en Mallorca en 1976, y desde entonces son objeto de polémica.

Ahora que parece que ya no es posible construir ni una más en todo el territorio nacinal, aparece un nuevo modelo dispuesto a remodelar cada una de estas excusas perfectas para colocar una estatua, incluso un barco como en Vigo.

Las turbo rotondas, que ya se han comenzado a utilizar en varias ciudades españolas, además de con la promesa de reducir la siniestralidad, llegan con fama de tener una mayor capacidad que las rotondas tradicionales ya que, a diferencia de éstas, se emplean todos los carriles y, de hecho, se diseñan para que el flujo por todos los carriles sea similar.

La primera turbo rotonda se instaló en la villa de Grado, en Asturias, en 2009.

Este miércoles se ha inaugurado la primera turbo rotonda de Santander, situada en la confluencia de la S-20 con la Bajada de San Juan y el grupo Ateca, que entrará en funcionamiento a partir de este jueves, cuando finalicen los trabajos de colocación de los elementos necesarios para habilitarla como tal.

"Tratamos de favorecer la fluidez y la seguridad el tráfico utilizando un sistema de circulación, desarrollado en Holanda y que se ha ido extendiendo por toda Europa, que supone una mejora respecto a las actuales rotondas y que da utilidad a todos los carriles, puesto que cada uno guía al conductor desde la entrada a la salida", ha indicado el concejal de Movilidad Sostenible, José Ignacio Quirós.

El concejal ha precisado que la turbo rotonda evita accidentes por impactos laterales entre vehículos ocasionados si los conductores utilizan exclusivamente el carril exterior, independientemente de la salida que vayan a tomar.

Así que si usted es de esos pobres conductores que cada día se juega su coche en una rotonda de España, no desespere, puede que pronto ese punto de su recorrido evolucione a turbo rotonda.