Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) insistirán en la próxima cumbre sobre migración en La Valeta en hacer más efectiva la política de repatriación de inmigrantes irregulares, mientras que los países africanos solicitarán vías legales de acceso a Europa.

El encuentro, que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre, está dirigido a coordinar una respuesta ante los flujos migratorios entre el bloque comunitario y sus socios africanos, de donde proceden la mayor parte de estas personas.

El objetivo es aprobar una declaración política y un plan de acción con cinco áreas prioritarias: las causas de la migración, las vías legales hacia la UE, la protección internacional y el asilo, la lucha contra el tráfico de personas, y la política de retorno y readmisión.

Las dos cuestiones más problemáticas son la inclusión del principio "más por más" y el establecimiento de centros para potenciales solicitantes de asilo en África, según un documento sobre la preparación de la cumbre.

El principio "más por más", que vincula los beneficios que se pueden conceder a los países africanos, como la facilitación de la obtención de visados, con la repatriación de inmigrantes irregulares a sus países de origen, ha sido respaldado por los líderes comunitarios, pero plantea reticencias en los socios africanos.

El establecimiento de centros para potenciales refugiados, "quizá la acción más controvertida" de todas las planteadas, según el citado texto, es visto desde África como un intento de la UE de "externalizar sus responsabilidades de asilo".

Los países africanos advierten de que se corre el riesgo de que estos centros se conviertan en campos permanentes de refugiados, lo que supondría una carga adicional para su ya "frágil" y "sobrecargado" sistema de asilo.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) critica además que esta propuesta no vaya acompañada de un "compromiso claro" de los Veintiocho para trasladar hasta la UE a personas que ya gozan del estatus de refugiado y se encuentran en esos centros.

Las naciones de origen de los flujos migratorios piden además que la UE proponga medidas más concretas y ambiciosas para crear verdaderas vías de migración legal hacia Europa, mientras que algunos Estados miembros de la UE insisten en acordar "algunas acciones de impacto rápido que puedan ser aplicadas justo después de la cumbre", aunque siguen sin tener claro en qué áreas exactamente.

En lo que ambas partes parecen estar de acuerdo es en la necesidad de luchar contra las redes criminales que trafican con personas. Los socios africanos reclaman una cooperación más estrecha para lograr un auténtico intercambio de información policial confidencial, una idea que acogen de forma satisfactoria tanto Europol como Interpol, pero está por ver si los países de la UE están dispuestos a incrementar la cooperación en este sentido.

Para convencer a los países africanos de que asuman más compromisos, la UE tiene previsto ofrecerles ayuda de emergencia a través de un fondo fiduciario dotado con 1.800 millones de euros, llamado a hacer frente a las causas de la desestabilización, los desplazamientos forzados y la inmigración ilegal.

Sin embargo, en el borrador de declaración de la cumbre sobre el que trabaja la UE no aparece por el momento ninguna cifra concreta porque las contribuciones que han ofrecido hasta ahora los países comunitarios se quedan muy por debajo de ese umbral al que se comprometieron.

La cumbre de La Valeta fue convocada por el fuerte incremento de personas llegadas a la UE, que primero afectó sobre todo al Mediterráneo central y luego derivó en una crisis principalmente de refugiados que buscaron entrar en Europa por el Mediterráneo oriental y la ruta de los Balcanes.