El IAM presenta el primer protocolo institucional en España ante la violencia de género en las redes sociales

El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha presentado este miércoles el primer protocolo específico ante la ciberdelincuencia de género de España. Su objetivo es ofrecer al equipo de profesionales del IAM las herramientas y pautas necesarias para atender de manera adecuada a las víctimas que en algún momento del proceso de atención presenten síntomas de sufrir violencia de género a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha presentado este miércoles el primer protocolo específico ante la ciberdelincuencia de género de España. Su objetivo es ofrecer al equipo de profesionales del IAM las herramientas y pautas necesarias para atender de manera adecuada a las víctimas que en algún momento del proceso de atención presenten síntomas de sufrir violencia de género a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

Según ha explicado la Junta en una nota, el documento se ha presentado en la sede del IAM en Cádiz y ha recalcado que es el primero de carácter institucional que se elabora en toda España en materia de ciberdelincuencia de género, un fenómeno reciente dado el carácter novedoso de las TIC y de las relaciones a través de las redes sociales.

Ha destacado que el protocolo responde a la necesidad de respuesta ante una nueva realidad detectada por el equipo de profesionales del IAM, que han observado que la violencia de género sufrida por las mujeres más jóvenes se manifiesta cada vez más a través de los canales de relación y comunicación utilizados por la juventud, como las redes sociales.

Estas nuevas formas han generado riesgos específicos derivados de las propias características de las TIC, como la multiplicación de los efectos de la violencia por su capacidad de difusión, repetición y viralidad; el mayor anonimato del agresor; la posibilidad de que se dé una suma de maltratadores; la continuidad en el tiempo; la exhibición de la intimidad ante infinitas personas; la facilidad para el control permanente (geolocalizadores, control de estado online o conexiones, etc); o el riesgo de suplantar fácilmente la personalidad de la víctima.

Ante ello, el protocolo define ciberdelincuencia de género como toda aquella violencia machista que se lleva a cabo a través de las TIC (revelación de secretos, injurias y calumnias, trato denigrante, difusión de imágenes, usurpación de identidad, grooming, amenazas o coacciones, extorsión, etcétera), y establece las pautas a seguir para la detección y actuación ante cualquier señal de alarma.

Detección en cualquier fase

El protocolo prevé que en cualquiera de las fases del proceso de atención a la víctima se pueda detectar la ciberdelincuencia de género. Para ello, en todos los formularios de atención (ya sea psicológica, jurídica o social) se recogen parámetros descriptivos para la recogida exacta de información sobre cualquier episodio de ciberdelincuencia de género.

Según marca el documento, el área social del IAM valorará las redes sociales en las que intervienen la víctima y el agresor, para evaluar el posible impacto en la vida de la víctima, de menores a su cargo o de familiares. Por su parte, el área psicológica será la máxima responsable de la recogida completa del relato, ya que es en este ámbito en el que mejor se pueden detectar los ataques a través de las TIC, y donde se evalúan las consecuencias psicológicas.

Una vez recogida toda la información, se elaborará un diagnóstico y una planificación para la intervención en el ámbito de las TIC, donde se valorará la conveniencia de seguir pautas de seguridad informática y, en coordinación con el área jurídica, las medidas legales necesarias.

Por su parte, desde el ámbito psicológico se tomarán las estrategias terapéuticas adecuadas para paliar los efectos del control y de las crisis de reputación a través de las TIC, así como para dar el apoyo necesario durante la exposición gráfica de las pruebas electrónicas en el procedimiento judicial

La Junta ha incidido en la importancia de la prueba electrónica en la denuncia y en todo el proceso judicial, y han detallado que por este motivo el protocolo dedica un apartado amplio a las pautas que se deben dar a la usuaria para garantizar su seguridad informática y para recabar pruebas electrónicas que puedan servir en un juicio.

Por último, el protocolo recoge los principales signos de alarma para detectar la ciberdelincuencia de género, que deben tener en cuenta tanto la víctima como el equipo profesional que la atiende.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento