Así, en 57 de los 125 colegios públicos y concertados de la ciudad no queda ni una plaza libre en infantil (teniendo en cuenta las ratios de alumnos por aula fijadas por Educación) y otros 34 tienen diez o menos vacantes para todo el ciclo.

En total, la comisión estima que en Zaragoza quedan 726 plazas disponibles para los escolares más pequeños. De ellas, 317 están en aulas para niños de tres años, 156 para cuatro años y las 253 restantes, para alumnos de cinco años.

La situación es especialmente delicada en los colegios del Actur (con sólo 40 vacantes), la zona de la Avenida Cataluña y Santa Isabel (27) y Delicias (157), donde Educación fijó de partida una ratio de 25 niños por aula, la máxima permitida en el decreto de admisión.

En otros barrios como el Centro (152 vacantes) o Las Fuentes y San José (124) las ratios iniciales son más bajas, de 24 y 22 niños por aula, respectivamente, pero también se quedarán cortas para las necesidades de la zona.

Sesenta niños a la semana

«La ratio se superará por fuerza a lo largo del curso. A los niños que llegan nuevos hay que darles plaza, y no los vamos a mandar a la otra punta de Zaragoza», aseguran responsables de la comisión de escolarización.

Si se mantiene la tendencia de los últimos años, a lo largo del curso se inscribirán en los colegios entre 50 y 60 nuevos alumnos cada semana. La mayoría son de origen inmigrante y acaban concentrados en una minoría de colegios que los padres zaragozanos han descartado en sus solicitudes.

Picaresca en las matriculaciones

Parte de las vacantes en infantil corresponden a niños que obtuvieron plaza, pero no se matricularon. «En muchas ocasiones vuelven a solicitar colegio fuera de plazo, creyendo que tienen más posibilidades, cuando es justamente lo contrario», aseguran en la comisión. Este año, además, se han detectado cerca de 40 casos de fraude en las solicitudes.