La Audiencia Provincial de Alicante ha absuelto a un hombre acusado de los delitos de agresión y violación sobre su hijo, a raíz de un testimonio inculpatorio del menor, por entender que no existe "el suficiente grado de convicción para condenarlo", según informaron hoy fuentes judiciales.

El testimonio del niño "no tiene el suficiente grado de veracidad para destruir el principio de presunción de inocencia" del acusado, según refleja la sentencia hecha pública hoy por el Tribunal de la Sección Tercera de ese órgano judicial.

A juicio de los magistrados, existe una "falta de corroboración de los datos aportados por el niño", y que "no fueron confirmados por testigos imparciales cuya objetividad no es puesta en duda".

Los hechos se remontan a septiembre de 2004 cuando el menor, a raíz de una denuncia presentada por su madre contra su marido, el ahora acusado, por golpear al niño, relató que desde el año 2001, cuando él contaba con 13 años, sufría vejaciones.

En concreto, según el relato del menor, cuando el acusado volvía del trabajo alrededor de las seis de la mañana, "lo despertaba, lo llevaba al salón donde ponía un película pornográfica y, con la luz apagada, le obligaba a masturbarle, realizar felaciones y penetraciones anales", según recoge el auto.

Asimismo, el menor sostuvo que después de estos actos el acusado le obligaba a acostarse sin que le permitiera lavarse hasta que su madre, una media hora después, lo levantaba para desayunar.

Además, expuso que sus compañeros de colegio se reían de él por el olor que desprendía y que un amigo le recomendó que se fuera de casa.

Sin embargo, el tribunal señala que este amigo declaró como testigo que desconocía los citados abusos sexuales y que, por tanto, nunca le instó a que abandonara su domicilio.

Por su parte, el pedagogo del centro expuso en la vista oral celebrada el pasado mes de mayo por estos hechos que "nunca notó, ni le comentaron" esos hechos ni percibió ningún olor raro. En su informe pericial señala que el menor "tenía una actitud descontrolada, era hiperactivo y necesitado de llamar la atención".

En este mismo sentido, la psicopedagoga del centro educativo afirma que conocía que entre el menor y su padre existían "malas relaciones".

Como pruebas que apoyan la versión del niño, como así señala el tribunal en su sentencia, está un informe de un psicólogo amigo de la familia que, con fecha de septiembre y coincidiendo con la denuncia, señala que "el menor le reveló la existencia de abusos sexuales".

De igual modo, en noviembre de 2004 un informe médico forense "relaciona un posible estrés postraumático con el hecho de la agresión sexual" y un estudio de un centro privado, con fecha de abril de 2005, concluye que "los hechos descritos por el menor son creíbles".

En sus fundamentos de derecho, el tribunal recuerda una sentencia del Tribunal Supremo (TS) en la que se afirma que "un órgano juzgador no puede dejar exclusivamente en manos de los peritos psicólogos la credibilidad de un menor víctima de un delito sexual".

"Se trata de diagnósticos que carecen de una certeza absoluta. Reflejan las evaluaciones de los técnicos pero no son absolutamente determinantes", añade el auto del TS.

Aunque la Audiencia de Alicante entiende que "el testimonio de la víctima resulta creíble", la falta de corroboración de los datos aportados por el niño, y que "no fueron confirmados por testigos imparciales, hace que el testimonio del niño no tenga "el suficiente grado de veracidad para destruir el principio de presunción de inocencia" del acusado.