La culpable de la confusión ha sido una bandera con dos sables cruzados en un fondo negro. Es el estandarte de un club de barbudos de ámbito mundial, Bearded Villains, cuyos miembros de la sección sueca se habían citado en el campo con un fotógrafo para una sesión de fotos.

El responsable de la cofradía, Andreas Fransson, estaba con sus camaradas ante las ruinas del castillo de Brahehus, en el sur de Suecia, cuando se presentaron dos policías. "Nos dijeron que un automovilista había creido ver a terroristas del EI (Estado Islámico)", ha explicado al periódico local Jönköpings-Posten.

En Suecia, los Bearded Villains participan en campañas de sensibilización para la prevención del cáncer La Policía de la localidad sueca de Jonkoping recibió un aviso sobre una concentración de milicianos del Estado Islámico al norte de la ciudad,pero cuando llegaron, lo que encontraron fue" una panda de tipos barbudos y felices haciéndose fotos", ha relatado Fransson.

Tras constatar el error, los policías no dudaron en reirse de la anécdota. Fransson reconoce que la bandera de la organización, con 60 miembros en Suecia, puede prestarse a confusión con la que usan los combatientes yihadistas.

"Pertenecemos a un club que nació en una asociación creada en Estados Unidos llamada Beardes Villains cuya razón de ser es la lucha contra las injusticias, la homofobia, el racismo y la opresión. La bandera de Bearded Villains pasa de club en club por el mundo entero y tomamos fotos para testimoniar nuestra fraternidad". Concretamente, en Suecia, los Bearded Villaibs participan en campañas de sensibilización para la prevención del cáncer.