Woody Allen ha empezado a escribir su «carta de amor a Barcelona». El director neoyorquino comenzó ayer a rodar su nueva comedia, que tiene como escenario varios enclaves de la capital catalana, Asturias y Nueva York.Allen llegó a las 9.08 horas al barrio de la Barceloneta en un potente automóvil, con su inseparable gorro de pescador, camisa blanca y pantalón caqui. Horas más tarde, a las 12.30, hizo acto de presencia su musa Scarlett Johansson. Lucía una camiseta de tirantes y un pantalón marrón. En su primera escena, la actriz actuó como si fuera una turista, con cámara de fotos al cuello incluida y retratando el muelle del Reloj del puerto barcelonés.