Andalucía es la cuarta comunidad autónoma donde se solucionan más conflictos de alquiler con mediación, según Arrenta

Andalucía es la cuarta comunidad autónoma donde más conflictos de alquiler se solucionan a través de la mediación, con cerca del nueve por ciento del total nacional, según la Asociación para el Fomento del Alquiler, Arrenta.

Andalucía es la cuarta comunidad autónoma donde más conflictos de alquiler se solucionan a través de la mediación, con cerca del nueve por ciento del total nacional, según la Asociación para el Fomento del Alquiler, Arrenta.

En una nota Arrenta, señala que las razones para este nivel de mediación se basan en el elevado número de alquileres, como la consiguiente cultura de acuerdo entre propietarios e inquilinos, que son mayores en esta comunidad.

Los principales conflictos del alquiler en Andalucía y donde mejor está funcionando la mediación son los retrasos de pagos, incumplimiento de contrato por ambas partes, averías, desperfectos en la vivienda, devolución de fianza por el propietario y mal uso de la vivienda por el inquilino.

El servicio de mediación en el alquiler comenzó a facilitarse en Andalucía por Arrenta a primeros del año pasado, con una estupenda acogida por propietarios e inquilinos, y está solucionando los problemas en el 33 por ciento de los casos, evitando el desahucio, según explica la directora general de Arrenta, Mercedes Robles.

La principal razón del éxito de la mediación en el alquiler en Andalucía, además del elevado número de arrendamientos de la Comunidad Autónoma, que genera una mayor cultura del acuerdo en la relación entre el propietario y el inquilino, es la entrada en escena del factor personal que se consigue con la intervención del mediador profesional.

Dichos profesionales logran salvar la frialdad de la comunicación habitualmente virtual, estableciendo un contacto fluido, sin malos entendidos, que permite acercar la posiciones para encontrar un acuerdo.

La comunicación on line, de hecho, cada vez más utilizada en la relación arrendaticia, resulta una barrera para la consecución de soluciones. En este sentido, Robles señala que "las nuevas tecnologías, siendo un avance significativo, no facilitan la comunicación amistosa y fluida en la relación arrendaticia".

"Los mensajes y correos escritos son demasiados asépticos y, en ocasiones, se interpretan de forma opuesta a la intención original. El contacto personal, aunque sea telefónico, se agradece mucho por los propietarios e inquilinos", ha subrayado.

La mediación busca generalmente que el inquilino continúe en el mismo inmueble, algo que se logra en la mayoría de las ocasiones. Pero aún en el caso de que se decida marcharse y entregar las llaves, también se consigue con más rapidez.

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