Cultura.- La Junta presenta 'La niña que quiso envenenar a su marido' en el Archivo Histórico Provincial

El delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Alcalde, y la directora del Archivo Histórico Provincial, Alicia Córdoba, han presentado este lunes en el propio Archivo Histórico el documento destacado del mes, 'La niña que quiso envenenar a su marido', que data de 1676 y que podrá conocer por el público hasta el próximo 30 de octubre, en horario 8,30 a 14,00 horas de lunes a viernes.
Alcalde (centro) y Córdoba (dcha.) observan el documento
Alcalde (centro) y Córdoba (dcha.) observan el documento
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Alcalde (centro) y Córdoba (dcha.) observan el documento

El delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Alcalde, y la directora del Archivo Histórico Provincial, Alicia Córdoba, han presentado este lunes en el propio Archivo Histórico el documento destacado del mes, 'La niña que quiso envenenar a su marido', que data de 1676 y que podrá conocer por el público hasta el próximo 30 de octubre, en horario 8,30 a 14,00 horas de lunes a viernes.

Durante la presentación, Francisco Alcalde ha puesto de relieve la actividad que desarrolla el Archivo Histórico, tanto de custodia, como de difusión de la historia cordobesa. Para el delegado, el Archivo Histórico Provincial de Córdoba es "una colección viva de documentos, cada uno de los cuales muestra un pequeño fragmento de la vida de los cordobeses de los últimos seis siglos".

En este contexto, "el trabajo de los archiveros consiste en conservar y organizar ese fondo, para difundirlo, no solo entre los investigadores, sino entre todos aquellos a los que les interesa conocer su historia", según ha señalado Alcalde.

El documento en cuestión, según ha detallado, es un auto de oficio, en el que el corregidor de Rute investigó en 1676 el intento de envenenamiento de Diego Rodríguez, de 28 años, por su mujer, María Josefa Villodres, de tan solo 12 años. María era una niña, aparentemente sin familia, que había sido criada por dos mujeres del pueblo, quienes prematuramente concertaron su matrimonio para garantizar su futuro. María, a pesar de dejarse convencer en un primer momento, muy pronto se sintió decepcionada y a la semana de la boda, decidió envenenar a su reciente esposo.

Para ello envió a una niña de seis años, con la que a menudo seguía jugando, a comprar rejalgar a una de las tiendas del pueblo. El rejalgar era un veneno casero, utilizado para matar ratones, pero que en su composición contiene cianuro.

Después de la siesta, le dio un terrón de azúcar a su marido, que notó un sabor raro. A lo largo de la tarde, su estado fue cada vez a peor, con un fuerte dolor de cabeza y continuos vómitos, hasta que avisaron al médico, que pronto descubrió el origen del mal que padecía y que le dejaría terribles secuelas.

El corregidor, que fue avisado por un amigo del enfermo, comenzó sus pesquisas entrevistando a todos los implicados. María lo negó todo, una y otra vez, pero finalmente los argumentos en su contra fueron demasiado evidentes.

Finalmente el corregidor sentenció a María a un año de reclusión en la Casa de Recogidas de Baeza y a 6.000 maravedíes de multa. El marido, por su parte, quedó solo, enfermo y arruinado, dado que para que el cobro de la multa de su mujer probablemente se embargarían los bienes matrimoniales de su dote y arras. Se puede consultar la historia completa en la web del Archivo Histórico Provincial de Córdoba.

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