El nuevo conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, ha prometido este lunes afrontar su nueva responsabilidad con "trabajo y humildad", al tiempo que ha lanzado un mensaje como relevo de la única dirigente que ha sido destituida, Rocío Mosquera: "Podemos conseguir objetivos si nos dejamos de polémicas y construimos".

En la toma de posesión que tuvo lugar este lunes en el Pazo de Raxoi, Almuíña ha agradecido la "confianza" que el presidente deposita en él para un reto "tan importante" como la gestión sanitaria. Asimismo, ha reconocido la labor de Mosquera, con la que ha coincidido en que la gestión de esta área es "difícil", pero "muy gratificante".

Del mismo modo, ha dado las gracias a su familia y a su equipo en el Ayuntamiento de Baiona (Pontevedra), a cuya Alcaldía ha renunciado para asumir la cartera de Sanidade, un área cuya dificultad no le resulta ajena porque tiene experiencia como gestor en la zona de Vigo.

Quizás por ello, ha parafraseado lo que le que dijeron "todos" sus amigos al enterarse de su nuevo cargo: "¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Dónde te vas a meter?" Pero también ha señalado cuál es su respuesta: "Al lugar más bonito, la sanidad es lo más importante que le puedes dar a tus vecinos de esta tierra".

A su juicio, el sistema público está "a un alto nivel", pero hay que "seguir avanzando" en el mismo, "consolidarlo" y afrontar "nuevos retos". Para ello, ha comprometido "trabajo y humildad".

"Podemos lograr objetivos si nos dejamos de polémicas y construimos", ha concluido, tras una etapa de gestión, la de Mosquera, que sí estuvo marcada por la polémica y en la que los populares no han sido capaces de rentabilizar políticamente la construcción de un nuevo hospital en Vigo.