Los programas de inserción laboral de Cruz Blanca han llegado a 1.300 personas en 2014 y han permitido formalizar una treintena de contratos, según se ha puesto de manifiesto con motivo que la reunión que el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha mantenido en Huesca con el delegado en la Comunidad autónoma de esta entidad, Juan Vela, y con los responsables de las diferentes áreas.

Esta sesión forma parte de las entrevistas programadas por el Justicia con diferentes organizaciones sociales que atienden a personas sin recursos con el fin de elaborar un Informe Especial sobre la pobreza en Aragón, ha informado la institución en una nota de prensa.

Los representantes de la Fundación Cruz Blanca han descrito los diferentes recursos con los que cuentan en la Comunidad, especialmente en la ciudad de Huesca, en donde disponen de una Casa Familiar, dos viviendas tuteladas, un dispensario médico y el Centro Hermano Isidoro, donde está ubicado el economato social pensado para satisfacer las necesidades de alimentación, higiene y limpieza de personas y familias con escasos recursos.

La característica común de todas las personas atendidas por Cruz Blanca es la exclusión social. Además, confluyen otros factores como la pobreza económica, la enfermedad metal, el aislamiento, y en muchos casos, el deterioro físico.

Son estas personas enfermas las principales usuarias de la Casa Familiar de Huesca, que en la actualidad cuenta con 80 residentes, un 80 por ciento son enfermos mentales y el 20 por ciento padece Sida.

Programa personalizado

Todas las personas atendidas por Fundación Cruz Blanca disponen de un programa personalizado encaminado a conseguir su plena autonomía que se elabora desde cuatro áreas: psicología, trabajo social, fisioterapia y autonomía.

El seguimiento es "permanente" y el objetivo final persigue, en la mayoría de los casos, la inserción laboral, para lo cual también disponen de recursos formativos más o menos cualificados según el perfil de la persona atendida", han apuntado las mismas fuentes.

Además, desde la Institución del Justicia han señalado que los responsables de Cruz Blanca son partidarios de vincular las ayudas económicas concedidas al cumplimiento de los compromisos adquiridos por las personas atendidas, bien en programas de la propia entidad, o en otros, gestionados por organizaciones sociales similares o complementarias.

ECONOMATO

El economato de Cruz Blanca en Huesca se inauguró hace tres años ante las consecuencias provocadas por la crisis económica con el fin de proveer de lo más necesario a personas en exclusión. Los promotores entendieron que sin este soporte el resto de acciones encaminadas a la autonomía de las personas sin recursos carecía de sentido.

Por este motivo, idearon un formato de supermercado similar a cualquier otro donde los usuarios, a los que se les ha asignado un presupuesto en función de sus necesidades —que oscila entre los 100 y 300 euros al mes— compran semanalmente con una tarjeta y una moneda "ficticia" y al precio de mercado.

Al mes, el gasto total es de 65.000 euros. El delegado de Cruz Blanca en Aragón, Juan Vela, ha explicado que "se trata de no estigmatizar" y de "ofrecer una imagen normalizada e ir preparando a la persona para su autonomía en el mundo real".

Por otra parte, gracias a un convenio con el Ayuntamiento de Huesca existe una coordinación entre entidades para evitar duplicidades en el reparto de alimentos y al mismo tiempo hacer un seguimiento de las personas atendidas y del cumplimiento de sus respectivos programas individuales.

Fernando García Vicente ha alabado la mediación del consistorio en esta cuestión "con la que se garantiza tanto el uso eficiente de los recursos, como el éxito de las actuaciones individualizadas", han relatado desde la Institución del Justicia.

Ayudas de urgencia

Cruz Blanca dispone, asimismo, de un presupuesto para ayudas de urgencia destinadas a pagar, fundamentalmente, el agua, la luz y recibos de alquiler o hipoteca. Entre 2014 y 2015, se han satisfecho 1.305 ayudas de estas características directamente o a través de algunas comarcas que carecen de presupuesto para este fin con las que tienen firmados convenios.

Otra área de actuación de la entidad es el Dispensario Médico abierto tras el Real Decreto 16/2012 que limitaba la asistencia sanitaria a las personas inmigrantes en situación irregular. En 2014, este recurso —que ofrece cobertura sanitaria primaria y acceso al medicamento— han atendido a 390 personas.

El Delegado de Cruz Blanca en Aragón ha concluido la reunión de trabajo transmitiéndole al Justicia la percepción de que cada vez es mayor la brecha que separa las personas necesitadas de las que no lo están y que al mismo tiempo al primer grupo se han sumado personas que nunca creyeron verse en una situación de necesidad, con lo que se va haciendo cada vez más numeroso.

Por su parte, el Justicia de Aragón ha alabado la labor que realizan, tanto los profesionales como los voluntarios, "impagable y muy necesaria" para la que ha pedido el apoyo de las Administraciones públicas.