En los vestíbulos de las estaciones del metro es cada vez más frecuente ver a viajeros que acuden a las taquillas para cambiar su cupón del abono transportes estropeado.

Cada mes se venden más de 1,5 millones de estos cupones. De ellos, el Consorcio Regional de Transportes asegura que sólo fallan el 0,05%, es decir, unos 500. Sin embargo, UGT eleva la cifra hasta 600 o 700. Pero CC OO asegura que el dato real es muchísimo mayor. De hecho, según fuentes de este sindicato, sólo en la estación de Atocha-Renfe "cada día, entre las 6.00 y la 1.30 horas, se pueden llegar a cambiar 1.200 billetes".

En el último año el número de abonos estropeados ha crecido un 20%, según CC OO y UGT. Mientras el Consorcio lo achaca a que "se desimantan más por los móviles", UGT echa la culpa a los tornos. "Hay poco personal que se encarga de limpiar los lectores de las máquinas canceladoras, por lo que, al meter el billete, éstos se estropean", explica a 20 minutos Teodoro Piñuela.

CC OO va más allá y afirma que, además de la falta de mantenimiento y los móviles, "el cambio del papel utilizado en los abonos hace un año para impedir falsificaciones facilita la descodificación de los cupones".

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Ellos compran el cupón

Juliana Piñol, 25 años. «En los siete años que llevo por esta urbe sólo he cambiado el billete unas seis veces. Utilizo el abono transportes y lo suelo comprar en las máquinas expendedoras de las estaciones, no en los estancos. La mayor parte de las veces se me estropea por colocar el tique al lado del móvil o de imanes».

Juan Manuel Aranda, 30 años. «Soy agente de seguros, y por mi trabajo tengo que utilizar mucho el transporte público. En un año se me habrá estropeado el billete unas cuatro veces. Me lo han cambiado sobre todo los taquilleros del metro. En la EMT y en las máquinas del Cercanías apenas he tenido problemas».

Elena Romero, 25 años. «El otro día, el torno me comió el billete y me lo devolvió arrugado y hecho un asco. Llevaré desde los 16 años utilizando el abono transportes que compro en las máquinas, pero últimamente se me estropea mucho más, no sé por qué. Desde mayo lo he tenido que cambiar cuatro veces».