El exalcalde de Cambil, Luciano Vílchez (PSOE), se ha sentado este miércoles en el banquillo de la Audiencia de Jaén acusado de una falta de lesiones por verse involucrado en una pelea registrada en la noche electoral de las municipales de mayo de 2011 a las puertas de la sede local del PSOE. Además de el exalcalde se han sentado en el banquillo otros cuatro vecinos más del municipio, entre ellos el hijo del exalcalde.

Los hechos ocurrieron sobre las 23,50 horas del 22 de mayo de 2011 a las puertas de la sede local del PSOE donde se encontraba el exalcalde, Luciano Vílchez, que tras los resultados sabía que no podría renovar en el cargo ya que IU le había superado en 96 votos.

"Enhorabuena, ahora eres un 'pringao' como nosotros". Esta frase pronunciada por dos de los cinco acusados y dirigida al exalcalde fue el detonante de una pelea en la que Luciano Vílchez resultó herido con una luxación escápulo humeral, así como su hijo que también intercedió en la trifulca, y un hermano del primer edil que también se metió por medio. Además, las dos personas que pronunciaron la frase también acabaron con diversas lesiones.

Se da la circunstancia que las personas que le dieron la enhorabuena mantenían, según el fiscal, una relación de enemistad con el exalcalde por decisiones que éste había tomado en relación con una construcción.

Todos ellos, agredidos y agresores, han acabado este miércoles sentados en el banquillo al haberse producido denuncias cruzadas. La defensa del exalcalde ha pedido para los dos acusados que iniciaron la pelea con su comentario de enhorabuena la pena de 5 años de prisión por un delito de atentado teniendo en cuenta que Luciano Vílchez era todavía alcalde del municipio. A uno de estos dos, la defensa del exalcalde le reclama otros dos años más por un delito de lesiones.

El Ministerio Fiscal ha calificado los hechos como un delito de lesiones imputables a los dos acusados que pronunciaron la polémica frase y por el que les pide un año de cárcel a cada uno de ellos. El fiscal ha rechazado calificar los hechos como un delito de atentado atendiendo a que la noche en la que ocurrieron los hechos, Luciano Sánchez no estaba en el lugar en calidad de alcalde por lo que el principio de autoridad decae.

Para el fiscal, "no está probado que la agresión fuera por el cargo" que ostentaba en ese momento como alcalde sino por "rencillas anteriores". La defensa del exalcalde ha mantenido que Luciano Vílchez era todavía alcalde en la noche electoral y que por lo tanto la agresión va más allá del delito de lesiones y se convierte en atentado.

Por su parte, la defensa de los dos acusados cuyo comentario dio paso a la pelea, ha reclamado la absolución de los dos, y la imposición de una multa de 200 euros al exalcalde por una falta de lesiones.

"Los hechos son los que fueron. Yo no tendría por qué estar hoy aquí". Son las últimas palabras pronunciadas por el exalcalde cuando la magistrada le ha dado la palabra antes de declarar el caso visto para sentencia.