El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía han concluido la reunión de este miércoles sobre el Plan Especial del Campamento Benítez seguros de que se podrán subsanar los problemas detectados para su aprobación definitiva, requisito para la conversión de este espacio en un gran parque. El objetivo es que ese visto bueno pueda estar "en un tiempo no muy largo", aunque ni una ni otra parte se han atrevido a dar plazos.

Los problemas detectados por la Junta se localizan en la denominación del plan especial y en cuestiones como el riesgo de inundación y el suministro de agua, recogidas en el informe del Servicio de Planificación Hidrológica de la Junta. En cualquier caso, según el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, son aspectos "subsanables".

Respecto a la denominación del plan especial, el concejal de Ordenación del Territorio, que ha participado en esta reunión junto al delegado territorial de Medio Ambiente, Adolfo Moreno, ha señalado que es "una cuestión menor".

Y, en lo relativo a las cuestiones hidrológicas, que la Junta entregará por escrito al Ayuntamiento, el compromiso es que este último deje claras las medidas a acometer para que no se produzcan interpretaciones.

Ante el apunte de la Junta de Andalucía de que el agua del pozo existente es de poca calidad, además de insuficiente, el Ayuntamiento de Málaga certificará cómo va a llevar a cabo el riego de este nuevo parque, cuyo carácter metropolitano defiende Pomares.

Para éste último, el objetivo es "trabajar a una, sentarse y dialogar antes incluso de mandar informes", añadiendo que, tras el encuentro de este miércoles, "ya no es blanco y negro, sino que el gris es posible".

De hecho, tras subsanar las cuestiones apuntadas por la Administración autonómica, habrá nuevas reuniones técnicas para que todo el procedimiento esté cerrado antes del envío del plan especial para su aprobación definitiva.

En la misma línea se ha pronunciado el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, quien ha indicado que "la intención clara" de ambas administraciones es que "esto siga para adelante", por lo que "estamos barajando todas las soluciones posibles y parece que vamos a llegar a un acuerdo definitivo".

Mientras tanto, ambas instituciones mantendrán reuniones previas para "analizar todos los informes que puedan repercutir negativamente y limarlos para que el plan salga adelante", según Moreno. "Una y otra administración sólo queremos el bien de Málaga y de los ciudadanos", ha declarado.

El edil de Ordenación del Territorio ha subrayado, por su parte, la "importancia" para la ciudad del parque previsto en el antiguo acuartelamiento, por lo que, al igual que el delegado, ha insistido en el compromiso de trabajar conjuntamente.

A juicio de Pomares, "éstas son las formas con las que hay que trabajar, es lo que piden los ciudadanos, que las administraciones se sienten y trabajen conjuntamente, formando un único equipo técnico". De este modo, ha agregado, se actuará con "agilidad" en la tramitación.

Guadalhorce y arraijanal

Por otra parte, Moreno y Pomares se han emplazado a una reunión "lo más pronto posible" para abordar el informe de inundabilidad de la Junta que anulaba los desarrollos empresariales, industriales, comerciales y residenciales contemplados en la vega de Campanillas y en los suelos situados a ambos lados de las márgenes del Guadalhorce.

Preguntado por el parque que la Junta construirá en Arraijanal, el delegado territorial ha informado de que se ha adjudicado, a través de un contrato menor, a María López de Asiaín la elaboración del proyecto, pero antes se quiere contar con ciudadanos y colectivos para que trasladen sus ideas. Con este objetivo, el Gobierno andaluz va a convocar un taller próximamente.

En cuanto a la cesión de los terrenos por parte del Ayuntamiento, administración que se hizo con ellos "tras un proceso largo de prácticamente dos años", ha precisado Pomares, el objetivo es que se lleve a cabo en 2016.