Más de un centenar de personas han guardado dos minutos de silencio este martes en la Plaça Paeria de Lleida en señal de pésame por el atropello del domingo en el que murieron una mujer y una amiga de su hija por un conductor que dio positivo en la prueba de alcoholemia.

El accidente mortal se produjo en un paso de peatones en la rotonda del cementerio de Lleida a las cuatro y media de la madrugada.

La mujer, de 51 años es la madre de una amiga de la joven fallecida que había ido a buscar a su hija y a una amiga; las tres caminaban por el paso de cebra.

La joven fallecida, de 25 años, que es madre de una niña de dos, murió en brazos de su padre, que también había ido a buscarla en coche y se encontró con el accidente.

"Su padre vio al accidente, murió en sus brazos", ha relatado una amiga de la joven que ha participado en la concentración.

El alcalde de Lleida, Àngel Ros, ha explicado que la joven que ha muerto había sido pubilla de su barrio, Magraners y de la ciudad.

"Jésica Lara fue pubilla del barrio de Magraners en 2009 y del Ayuntamiento de Lleida, pasó todo un año transmitiendo la alegría que ella tenía, se ha producido una tragedia en la que también ha muerto la señora Antonia Cordero", ha señalado.

El presidente del barrio, Juan Gallardo, ha contado que las dos muertes han sido muy sentidas en Els Magraners y ha culpado al alcohol del accidente: "No nos los acabamos de creer, estamos consternados, una vecina es muy joven y la otra llegó hace cuatro años al barrio, es lo que hace el alcohol", ha dicho en declaraciones a los medios.