Los docentes que sufren el síndrome del profesor quemado (burnout) seconsideran culpables e incapaces de afrontar los retos del sistemaeducativo. En El profesor quemado y en el foroelprofesorquemado.blogpot.com, Beatriz Rabasa analiza la situación delas aulas y propone algunas soluciones.

Lamayoría no es consciente de que está afectado por este síndrome porquelos estudios son muy escasos y quienes lo sufren lo confunden con unadepresión. Dar clase es muy complejo, ya que ha habido una pérdida muyllamativa del respeto hacia el profesor.

Elprofesor suele pedir la baja por depresión y, cuando mejora y seincorpora al trabajo, vuelve a recaer. Es una enfermedad cíclica. Cadavez más profesores piden la jubilación anticipada.

Alno catalogarse como enfermedad profesional, se desconoce el número decasos, pero se sabe que afecta principalmente a los profesores desecundaria y de los últimos años de primaria. Las bajas que se producenpor depresión ofrecen una versión parcial de la problemática.

Elsíndrome está ahí, pero no hay que ser alarmistas. Hay que aplicarmedidas preventivas y agilizar las disciplinarias para que seanefectivas. Es indispensable el trabajo en conjunto de los padres, losprofesores y la Administración para solucionarlo.

Beatriz Rabasa Sanchis (Valencia, 1958) es profesora de instituto y abogada. Además forma parte del Consejo Escolar Valenciano.