Una cámara de seguridad de un pub de Jaén capital sitúa al acusado del crimen de Las Fuentezuelas en el interior del local a la misma hora que la autopsia dató la muerte de Juan de Dios Espinosa, aunque los forenses han explicado este martes ante el jurado que la hora de la muerte tiene un margen de dos horas hacia delante y hacia atrás sobre la hora marcada.

Además, dos testigos propuestos por la defensa han declarado que la noche de la muerte de Juan de Dios Espinosa, el acusado, Luis Manuel C.R., se encontraba en un bar escuchando el partido de la Copa del Rey que enfrentó el 30 de enero al Barcelona y al Real Madrid.

No obstante, una de las vecinas del fallecido ha declarado que vio por la mirilla cómo Luis Manuel C.R. introducía a la fuerza en su vivienda a la víctima. Sin embargo, la vecina no se acordaba si lo que había presenciado ocurrió la noche del crimen o un día antes, tal y como ha sostenido el acusado que dice que él tuvo "una refriega" con la víctima el día de antes a su muerte.

Han sido 15 los testigos que han prestado este martes declaración ante el jurado popular, a los que se han sumado los peritos, que continuarán esta tarde de martes. Los forenses han declarado que Juan de Dios Espinosa presentaba más de medio centenar de heridas de arma blanca, además de numerosos golpes concentrados en la zona de la cabeza y rostro.

Una de las uñas del fallecido contenía ADN del acusado, además de las numerosas huellas encontradas en el lugar del crimen y que pertenecen también al acusado.

Los hechos, según el relato del Ministerio Fiscal, sucedieron sobre las 22,30 horas del 30 de enero de 2013 cuando el acusado se encontraba en el domicilio de Juan de Dios Espinosa y "se produjo una fuerte discusión" en la que el acusado "con el manifiesto propósito de ocasionarle la muerte, agredió con gran violencia a Juan de Dios Espinosa, golpeándole repetidas veces en su cuerpo con un objeto contundente, y asimismo empleando en dicha agresión el acusado un arma blanca".

Dicha arma blanca queda descrita como monocortante, de borde muy afilado y de al menos 18 milímetros de ancho de hoja, y con la que ocasionó múltiples heridas corto-punzantes e inciso-penetrantes. El arma no fue localizada.

Precisamente fue una de estas heridas en la que el arma penetró en la cavidad torácica y alcanzó el pulmón derecho produciendo un hemotórax que derivó en un shock hemorrágico y provocó la muerte de Juan de Dios Espinosa González. Era, según los forenses, una herida mortal de necesidad.

Acto seguido, relata el fiscal, el acusado, "con el propósito de conseguir un beneficio ilícito", se apoderó y sustrajo del domicilio de Juan de Dios Espinosa dos televisores, un equipo de música Pioneer y dos altavoces, así como un teléfono móvil, valorado todo ello en su conjunto por el perito judicial en la cantidad de 510 euros.

Junto a Luis Manuel C. R. se sienta en el banquillo José Luis A. O. acusado de receptación y de encubrimiento, delitos por los que se enfrenta a penas que van desde los 4 a los 5 años de prisión que le reclaman las acusaciones particulares ya que el Ministerio Fiscal no ejerce acusación sobre él.

Por estos hechos, el fiscal reclama a Luis Manuel C. R. 15 años y cuatro meses de prisión, mientras que las acusaciones particulares elevan su petición hasta los 32 años de cárcel al considerar los hechos constitutivos de un delito de asesinato, además de recoger los delitos de robo y detención ilegal.