La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, en referencia a "la crisis de los refugiados en Europa", ha recordado este lunes que "interculturalidad significa integración, diálogo, respeto y un modo de vivir y convivir desde distintas religiones y pensamientos", lo que la ha llevado a reivindicar que "la globalización debe tener rostro humano y olvidar otros intereses".

Así lo ha destacado Rosa Aguilar, en declaraciones a Europa Press y como adelanto del mensaje que después ha transmitido en el marco de la conferencia que ha pronunciado en el Rectorado de la Universidad de Córdoba (UCO), bajo el título de 'Mujeres, igualdad de género y desarrollo rural en Andalucía', en el acto inaugural del Congreso Internacional Científico-Profesional sobre 'Brecha Salarial y Socio-Profesional de Género en el Turismo Rural', al que han asistido también la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, y el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos.

A este respecto, la consejera de Cultura ha señalado que "la globalización tiene que mirar, de una vez por todas, hacia las necesidades de los seres humanos", lo que, en el caso de los refugiados, implica que "Europa tiene una asignatura pendiente" que, "en lo inmediato, conlleva acoger a los refugiados".

Después, la Unión Europea (UE), debe apostar, según ha subrayado Rosa Aguilar, por "construir, de verdad, la unión política, social, económica y fiscal que se necesita, para que sintamos que pertenecemos a un proyecto común todas y todos los europeos".

Mujer rural

Tras ello, la consejera de Cultura ha entrado de lleno en el tema central de su conferencia, tras recordar que "en Andalucía el 90% del territorio es rural", habiendo jugado en el mismo las mujeres, a lo largo de la historia, "un papel clave y esencial", si bien "han estado invisibilizadas, como si no hubieran formado parte del mundo rural".

Es más, en este ámbito la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo "enorme", en perjuicio de las segundas, sin que se les reconozca, "en términos de derechos ni de ciudadanía", su labor en las explotaciones agrarias ni en el entorno familiar.

A pesar de ello, según ha resaltado Rosa Aguilar, "el mundo rural ha cambiado gracias al empuje de las mujeres", hasta el punto de que, "mientras se reduce el número de hombres empresarios, hay un incremento de las mujeres empresarias, que incorporan innovación y una mirada distinta al medio rural".

Ello, según ha argumentado, "se pone de manifiesto", no solo en las explotaciones agrarias, con una apuesta por los productos ecológicos y por nuevas formas de producir, sino también "en todo lo que significa la participación de la mujer en el turismo rural, ligándolo con la cultura y con la sostenibilidad".